Profesora de FUNIBER comparte su opinión respecto al informe emitido por la OMS, sobre el potencial cancerígeno del consumo de carne.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un comunicado en el que se indica que la carne procesada es carcinógena para los humanos (Grupo 1) y el consumo de carne roja se considera como probablemente carcinógeno para los humanos (grupo 2A). La evidencia obtenida tiene mayor fuerza en los casos de cáncer colorrectal, pero también se han encontrado vínculos con el desarrollo de cáncer de páncreas y cáncer de próstata.
De acuerdo al comunicado emitido por la OMS «cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%». Pero no se trata de eliminar las carnes de la dieta, es necesario regular su consumo para mantener un estilo de vida saludable.
Sandra Sumalla, profesora del área de Nutrición de FUNIBER, destaca que el comunicado de la OMS no prohíbe el consumo de carne, «simplemente recomienda limitar su consumo». Además, Sumalla destaca que es necesario diferenciar la carne roja (aquella que se obtiene directamente de los músculos de mamíferos como la vaca, cerdo o cordero) y los productos cárnicos procesados que son «cualquier tipo de carne que ha sido transformada con sal, curación, fermentación, ahumado, para mejorar el sabor y preservar el alimento».
El informe de la OMS identifica que hay mayor evidencia de que los productos cárnicos procesados tienen relación con el cáncer colorrectal, por esa razón se recomienda limitar el consumo de ese tipo de carnes en cantidades menores a los 20 gramos diarios, y no exceder los 350 gramos del consumo de carnes rojas a la semana.
Sumalla destaca que los profesionales de la salud ya recomendaban «consumir de forma esporádica los procesados cárnicos, y reducir a 2 raciones a la semana o menos el consumo de carnes rojas grasas». La profesora de nutrición de FUNIBER indica que las guías alimentarias recomiendan incrementar la ingesta de carnes blancas, pescado, legumbres y huevos.
Diferenciar para elegir
La docente destaca que este estudio «no concreta el tipo de carne y ponen en el mismo saco todos los productos cárnicos y todas las carnes rojas, cuando hay diferencias importantes en cuanto a composición dentro del grupo». Sumalla explica que, por ejemplo, hay grandes diferencias en la composición y la forma de procesar las salchichas tipo Frankfurt y el jamón ibérico de bellota, «de manera que sus efectos sobre la salud también serán muy diferentes».
Al momento de elegir se debe tener en cuenta que hay un mayor riesgo al consumir carnes procesadas, y resultaría más saludable optar por porciones de carne. Lo ideal sería lograr que las personas reemplacen parte de su consumo de carne por pescado, huevos y legumbres, siguiendo un modelo de alimentación que se aproxime al patrón establecido por la Dieta Mediterránea, la cual «ha demostrado ser una de las más saludables».
Si las personas desean evitar el cáncer, deben adoptar un estilo de vida más saludable, en el que se procure una alimentación variada, equilibrada y suficiente, siendo mejor si se sigue el modelo de dieta mediterránea y se procura realizar actividad física moderada. Si se logra todo esto, no solo se evitaría el cáncer colorrectal, sino también otras enfermedades como la diabetes, la obesidad o los males cardiovasculares.
Sumalla destaca que al ingerir carnes sería recomendable consumir también frutas y verduras, porque algunos expertos indican que al ser ricas en antioxidantes podrían contrarrestar o neutralizar sus efectos negativos. Se debe considerar que el consumo de carnes aporta al cuerpo proteínas de alta calidad, hierro, zinc y vitaminas del grupo B.
Cuestión de riesgo
Comer carne no es tan peligroso como fumar. La docente de FUNIBER indica que según afirman algunos expertos fumar podría incrementar el riesgo de padecer cáncer de pulmón en un 1500%, pero según el informe de la OMS el riesgo de cáncer colorrectal sólo aumenta un 18% en el caso de consumir carnes procesadas. En todo caso, estos números hay que relativizarlos puesto que si se considera que el riesgo absoluto de padecer cáncer colorrectal es de un 5%, al consumir 50 gramos de carnes procesadas a diario durante un tiempo prolongado el riesgo absoluto llegaría a 5.9%. El doctor Kurt Straif, Jefe del Programa de Monografías de la IARC, indica que “para un individuo, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal por su consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida”.
Aunque en el informe de la OMS no se tienen en cuenta los tipos de cocinado de las carnes. Es importante no olvidar que algunos tipos de cocción como la parrillada favorecen la generación de agentes cancerígenos como las aminas heterocíclicas e hidrocarburos aromáticos policíclicos, por esta razón se debe evitar ese tipo de cocciones y evitar que los alimentos, al ser expuestos a fuentes de calor se quemen, ya que las altas temperaturas favorecen la generación de agentes cancerígenos, explicó Sumalla.
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Foto Creative Commons: Tim Murtaugh