La lama causada por el rompimiento de un represa de mineral el pasado 25 de enero en Brasil, ya ha recorrido 21 ciudades y deja el río inhabilitado para el abastecimiento, la irrigación y el ocio
El río Paraopeba tiene una extensión de 510 kilómetros y cubre 35 municipios de la región sudeste del Brasil. Este río es uno de los principales afluentes del Río São Francisco, uno de los más importantes de Brasil y América del Sur.
La ruptura de la represa de Brumadinho, el pasado 25 de enero, causó uno de los mayores desastres relacionados con la minería y provocó la muerte de 180 personas y la desaparición de 130.
Además de las pérdidas humanas, la caída de la represa provocó el derramamiento de mineral sobre el río Paraopeba, contaminando y matando a todas las especies que el lodo va encontrando por el camino. Según un estudio realizado por técnicos de la Fundación SOS Mata Atlántica, no hay señal de vida acuática a 305 kilómetros del río y sus afluentes.
La coordinadora del estudio, Malu Ribeiro, afirmó que en la práctica el río fue devastado y está muerto: «no hay peces ni ningún otro animal en el río», lamenta Malu Ribeiro.
La tragedia continúa en esta región y se va extendiendo por los 250 kilómetros ya recorridos. No se conocen aún las medidas de contención de los rechazos ni las medidas para disminuir el impacto que puede causar para las 21 ciudades afectadas.
El profesor de Geociencias de la Universidad Federal de São João del-Rey (UFSJ), Ricardo Motta Pinto Coelho, afirmó que si el lodo llega a la presa de las Três Marias, probablemente alcanzará el Río São Francisco.
Algunos técnicos del Instituto Minero de Gestión de Aguas (IGAM), órgano vinculado al gobierno del estado, comenzaron a monitorear la calidad del recurso hídrico, identificando metales pesados como el cadmio, el mercurio y el plomo, de forma puntual, así como el manganeso, el hierro y el aluminio de forma más frecuente.
El agua es inapropiada para el consumo humano y de animales, para su uso en irrigación o para el ocio en toda la extensión del río alcanzada por la lama.
Aún queda material sedimentado en el arroyo Ferro Carbón, en Brumadinho, donde tuvo lugar el rompimiento de la represa. Las lluvias pueden remover y continuar moviendo más residuos para el río Paraopeba.
La Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (Semad) afirmó que se están realizando análisis sistemáticos sobre el ecosistema local para «el establecimiento de medidas de mitigación de los daños ambientales». Según este órgano, los impactos ambientales «todavía están ocurriendo». Con los nuevos impactos, la empresa responsable de la represa, Vale, tendrá que tomar medidas.
La Maestría en Gestión y Auditorías Ambientales, patrocinada por FUNIBER, permite comprender estrategias, sistemas, procesos, herramientas y métodos para gestionar la proyección de las organizaciones en lo que se refiere al medio ambiente, especialmente, en el enfoque del desarrollo sostenible.
Fuentes:
Análise diz que lama do rompimento da barragem da Vale em Brumadinho matou o Rio Paraopeba
Lama da barragem de Brumadinho já afetou abastecimento de água em 16 municípios
Relatório completo da SOS Mata Atântica: Observando os Rios