Una investigación demuestra que la actividad física podría ayudar a combatir el Alzheimer

Un estudio preliminar de la Academia Americana de Neurología ha hallado pruebas que sugieren que las personas que están en buena forma física tienen un menor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer que las personas con un nivel inferior de forma física. El estudio completo se presentará en la 74ª reunión anual de la organización en abril.

Según el Dr. Edward Zamrini, uno de los autores del estudio, uno de los hallazgos más notables del informe es que cualquier mejora en la actividad física se traduce en una menor correlación con el Alzheimer. Esto significa que, independientemente del nivel de aptitud física actual que posean los individuos, empezar a hacer más ejercicio ahora les beneficiará en el futuro.

Este estudio analizó a casi 650.000 veteranos de una base de datos proporcionada por la Administración de Salud de los Veteranos. Al principio del estudio, ninguno de ellos tenía Alzheimer. 

Para este estudio, el nivel de aptitud física de los participantes se definió mediante la «aptitud cardiorrespiratoria», que mide el flujo de oxígeno a los músculos y la absorción de este oxígeno por parte de los mismos. Los investigadores pudieron determinar este factor mediante una prueba en cinta de correr que calcula la capacidad de ejercicio de una persona. A continuación, agruparon a los participantes en cinco grupos, de menos a más aptos. 

Entre los del grupo con el nivel más bajo de aptitud física, la tasa de desarrollo de Alzheimer era de 9,5 por cada 1.000 personas-año. En comparación, la tasa entre los de mayor nivel de forma física era de 6,4 por cada 1.000 personas-año. Una vez ajustados los resultados según los factores agravantes del Alzheimer, los investigadores concluyeron que los individuos más aptos tenían un 33% menos de probabilidades de desarrollar Alzheimer que los menos aptos. 

Dado que en la actualidad no existen tratamientos suficientes para frenar la progresión del Alzheimer, los hallazgos que sugieren formas naturales de lograr este objetivo son alentadores. 

En el estudio mencionado, los adultos de mediana y avanzada edad lograron el mayor nivel de aptitud física caminando durante 2,5 horas la mayoría de los días. Sin embargo, la Clínica Mayo señala que incluso de 30 a 60 minutos de actividad física varias veces a la semana pueden tener enormes beneficios para la memoria y la salud del cerebro. 

Con sólo esta cantidad de actividad, las personas pueden mejorar su capacidad de razonamiento y pensamiento. Esta actividad también puede ayudar a aumentar el tamaño del hipocampo, que es la parte del cerebro responsable de la formación de la memoria.

Una posible explicación de por qué la actividad física es tan útil para prevenir el Alzheimer y la pérdida de memoria es que ayuda a iniciar un mayor flujo de sangre al cerebro. También hay pruebas que sugieren que el ejercicio potencia las sustancias químicas que mantienen el cerebro a salvo, al tiempo que previene el deterioro de las conexiones cerebrales que se asocia al envejecimiento.

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Fuentes:

A mejor forma física, ¿menor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer?

Alzheimer’s disease: Can exercise prevent memory loss?

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