Las nuevas leyes promueven estándares para mejorar el servicio a las personas de la tercera edad.
Los hogares tradicionales para personas de la tercera edad surgieron como iniciativas de caridad de entidades religiosas que alojaban a personas mayores de 60 en grandes espacios similares a hospitales, con camas para muchas personas, servicios higiénicos compartidos y un enfoque en el que se mantiene la idea de dependencia y un control estricto que limita a las personas. Con el tiempo este enfoque ha ido cambiando y las normas legales establecen ahora nuevos estándares mínimos que apuntan a brindar una mejor calidad de vida a las personas que se alojan en centros para personas de la tercera edad.
Si bien los centros privados orientados al cuidado de las personas de la tercera edad han incorporado servicios y técnicas orientadas a proporcionar una mejor calidad de vida, se mantiene la idea de fondo de la dependencia y el control sobre las acciones de las personas.
Las personas que se alojan en hogares para la tercera edad suelen ser considerados como improductivos, como seres que solo esperan por la muerte. El concepto de inactividad se traslada hasta el nombre que se usa para los centros de cuidados, a los cuales se les conoce como «hogar de ancianos» o «casa de reposo». Estas casas son consideradas instituciones de larga estadía, en donde los ancianos recibirán un alojamiento limpio y cómodo, pero en un entorno controlado.
En muchos lugares se mantienen las estructuras similares a hospitales, sin una sala para generar relaciones sociales, mientras que otros brindan servicios para leer, clases de cocina, sesiones de chat, actividades deportivas y otros servicios similares, proporcionando un espacio para que las personas mayores actúen con autonomía. A medida que cambien más los servicios que se ofrecen en centros para la tercera edad, y se brinde atención más personalizada brindando actividades que promuevan la independencia de la persona, mejorará la calidad de vida de los pacientes. Ahora se puede seguir las actividades de los ancianos para programar una serie de acciones que permitan a las personas de la tercera edad disfrutar de sus capacidades y percibir una mayor libertad.
Los estudiantes del área de de Gerontología de FUNIBER se mantienen al día con los cambios en la legislación que afecta a los centros de cuidados de personas de la tercera edad para velar por la salud de sus pacientes.
FUENTE: http://fnbr.es/2u5
Foto Creative Commons: Geof Livingston