La educación superior brinda una variedad de oportunidades académicas, pero su costo hace que muchos estudiantes se pregunten si el riesgo vale la pena.
Después de invertir en educación superior, los graduados a menudo descubren que su título y las habilidades profesionales aprendidas no se alinean con el mercado laboral. Según el periodista de EXPANSIÓN Christian Ríos, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico en México ha descubierto que «un egresado de educación superior tarda más de 7,5 años en recuperar la inversión realizada, si logra encontrar un trabajo afín a sus estudios» que solo 50% de estos graduados logran.
La escasez de graduados universitarios también reduce la reserva de talento para los empleadores. México ilustra esta crisis laboral con un 70% de deserción en la educación superior. Según Ríos, el Instituto Mexicano para la Competitividad ha determinado que de «cada 100 personas que ingresan a la primaria», solo 19 de estos estudiantes completan la educación superior. Esta baja participación universitaria puede deberse a un mayor enfoque en el desempeño académico en las instituciones de educación superior (IES) que en brindar una accesibilidad generalizada.
Debido a estos problemas, las IES necesitan realinear sus objetivos para preparar mejor a los estudiantes para ingresar a la fuerza laboral. La integración de la capacitación para la certificación en las IES proporciona una mejora clave para el éxito de posgrado. Estos programas requieren menos tiempo y compromiso financiero por parte de los estudiantes, creando una mayor accesibilidad a la educación superior sostenible. En consecuencia, la asistencia a la universidad probablemente aumentaría.
Además, los programas de certificación ofrecerían a los estudiantes habilidades altamente comercializables. Existe una gran demanda dentro del mercado laboral de experiencia en un campo específico. Esto proporciona una mayor seguridad laboral y una fuente estable de ingresos para los graduados acreditados. Debido a la comerciabilidad y la menor duración de estos programas, la certificación ofrece a los estudiantes un mayor retorno de su inversión. Ríos comenta que la consultora del Norte revela que estos estudiantes «tienen salarios un 99% más altos y jornadas laborales más cortas que los que no tienen acreditación».
Al equipar a los estudiantes con habilidades profesionales relevantes, las universidades pueden promover el bienestar económico de los graduados. Los programas de certificación son una estrategia para implementar el aprendizaje permanente, un objetivo principal de la UNESCO dentro de la educación superior. Al enseñar habilidades aplicables a la industria y ofrecer programas de certificación, las IES pueden proporcionar recursos y redes profesionales para los estudiantes graduados. En conjunto, estos programas reforzarían el aprendizaje permanente y el desarrollo sostenible posterior a la graduación.
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Fuentes:
¿El futuro de la educación en México está en las universidades?
El Papel de las Instituciones de Educación Superior para el Aprendizaje Permanente
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