Los profesores deben desarrollar habilidades emocionales que ayuden a los estudiantes a manejar las emociones durante las clases y generar un aprendizaje positivo.
Antes, el castigo era una herramienta común en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Sin embargo, la escuela actual sabe que el dolor no es un estímulo para aprender, sino la alegría. Los estudios de neurociencia han demostrado que el placer de aprender activa los procesos cerebrales.
El autoritarismo, con la idea de alcanzar metas definidas y a corto plazo, no ofrece emociones positivas y puede, por el contrario, desencadenar reacciones que conviertan la educación en algo negativo, sin sentido real.
Según la Neuroeducación, la adquisición de conocimientos requiere emociones. Así, los alumnos con resultados académicos por debajo de la media deben ser detectados en sus aspectos emocionales. El doctor en Neurociencias, Francisco Mora, explica que el estrés mental que experimenta algún niño puede afectar sus estructuras cerebrales y perjudicar el proceso de aprendizaje, la memoria y la evolución emocional.
Por tanto, los profesores deben buscar metodologías que fomenten la alegría, el deseo y la curiosidad por aprender. Pero primero, es importante reconocer sus propios comportamientos.
En este sentido, los docentes también deben pasar por un trabajo de educación emocional para aprender a manejar las emociones y poder crear mejores relaciones con sus alumnos.
Los profesores que conocen bien los efectos de las emociones en el pensamiento y el comportamiento pueden observar mejor cómo se desarrollan los estudiantes en la disciplina y ayudarles a manejar sus emociones: miedos, inseguridades, frustraciones, etc.
En este proceso, no hay fórmulas mágicas. El desarrollo de habilidades y estrategias dependerá de los casos, las situaciones que se enfrenten. Lo importante es que los profesores estén atentos, observando cómo las emociones afectan el desarrollo de los alumnos. Observando también cómo, como profesor, responde a sus propias emociones.
FUNIBER promueve estudios en el área de Formación de Profesorado como la Maestría en Intervención Psicológica en el Desarrollo y la Educación
Fuente: Docentes emocionalmente inteligentes
Neuroeducación, educar con emociones
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