5 consejos para montar una exposición fotográfica

¿Cómo montar una exposición fotográfica? Vea 5 acciones importantes que pueden garantizar una exposición con calidad visual y narrativa.

Aunque las redes sociales y las páginas web permiten la exposición de obras fotográficas, ya sean artísticas, documentales o científicas, una exposición que permita la visualización de imágenes en persona sigue siendo una experiencia única.

Y esta experiencia no es necesariamente una actividad exclusiva de museos y centros culturales. Empresas, bares, restaurantes, espacios públicos y otros lugares pueden convertir algunas de sus paredes en galerías de fotos.

A continuación, tenemos cinco consejos para aquellos que quieran montar una exposición fotográfica:

 

– La elección del material de impresión.

El papel fotográfico utilizado para la impresión se puede clasificar en tres tipos: brillo, semibrillante y mate. Estas diferencias permiten controlar mejor las superficies en función del espacio en el que se muestren las imágenes, ya que puede haber luces y sombras en el lugar que dificultan la correcta

Es importante tener en cuenta que los materiales impresos son fundamentales para el resultado de la exposición, que no necesariamente tiene que estar montado en papel. Otros materiales como la madera y la tela también se utilizan mucho en exposiciones fotográficas.

 

– Procesando imagen digital

El software de edición de fotografías es esencial para equilibrar los tonos de las imágenes y producir un resultado más agradable. Algunos son muy populares, como Photoshop, que con herramientas sencillas ya te permite controlar sombras y reflejos.

Actualmente, estos softwares permiten resultados de alta calidad en los que una fotografía se puede modificar en muchos aspectos, transformando una imagen oscura sin información, en una obra de arte, con iluminación equilibrada e información trabajada.

 

– Manejo del color

Un tema que se pasa mucho por alto en la gestión de imágenes digitales se refiere a la gestión del color, una tarea necesaria para equilibrar los colores. Como se sabe, los monitores pueden presentar una amplia variación de tonos, lo que puede influir a la hora de imprimir una fotografía. Así, saber exactamente qué tono de color espera conseguir es posible con la calibración del monitor y el uso de perfiles ICC, una serie de datos que define un espacio de color como referencia.

 

– Soportes de montaje

La forma en que mostramos las imágenes es tan importante como estas. Así, pensar en el soporte y los posibles encuadres puede dar un impacto visual a los diferentes trabajos fotográficos y conseguir captar la atención de quienes ven la imagen.

 

– Selección de fotografías

Este es quizás el trabajo más complicado y requiere paciencia. Generalmente, la exposición debe entenderse como una narrativa y tanto las imágenes como la secuencia en la que aparecen producen significado y pueden informar diferentes ideas. Por lo tanto, tener en cuenta cuántas y qué imágenes, así como cómo se ensamblarán, es un paso fundamental para crear un espectáculo significativo.

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Fuente: De la impresora a la pared: cómo preparar tus propias impresiones para una exposición

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