Una tesis investiga la relación entre el sesgo de género y la arquitectura.
La tesis “Building without Bias: An architectural language for the post-binary” (Construir sin parcialidad: un lenguaje arquitectónico post-binario), realizada por la arquitecta Hannah Rozenberg, estudia la posibilidad de que la arquitectura reciba influencias de género en su diseño.
Para ello investigó un exclusivo barrio de Londres, St James’s, donde las mujeres y los hombres deben seguir procedimientos diferentes en determinados clubes sociales: «Las mujeres, o bien no tienen permitido entrar en los clubes, o tienen que seguir diferentes reglas».
La llegada de la tecnología no ha mejorado la situación, según explica la web Plataforma Arquitectura: “Rozenberg argumenta lo contrario: en su investigación explica que incluso ahora que la tecnología se ha vuelto cada vez más relevante en la forma en que la arquitectura es diseñada y construida, persiste el sesgo de género en la arquitectura”.
La evidencia de esta circunstancia la encontró en la aplicación de Google Translate. El programa cambiaba automática el género al traducir, por ejemplo, una palabra referida a una profesión en varios idiomas. Para revertir la situación la arquitecta creó su propio sitio web. Esta plataforma “utiliza un algoritmo similar al de Google Translate para medir una palabra contra el género al cual se asocia comúnmente. El programa luego cuantifica esas asociaciones lingüísticas en una unidad de medida denominada gender units (GU), donde los indicadores positivos expresan más palabras femeninas y los negativos, más masculinas”, señala el portal mencionado con anterioridad. Este hallazgo puede aplicarse también con términos arquitectónicos.
Respecto al barrio de St James’s, Rozenberg diseñó unos espacios que contrarrestaran el sesgo de género percibido con anterioridad.
“La metodología de Rozenberg es compleja, pero su mensaje es simple: al corregir las máquinas en la medida en que empiezan a tener una mayor participación en el diseño de los edificios del futuro —y autocorregir nuestro propio sesgo de género— podríamos diseñar espacios que funcionen mejor para todos”, concluyen desde la web Plataforma Arquitectura.
FUNIBER patrocina una gran variedad de programas universitarios centrados en abordar los retos que plantea en la actualidad el diseño y la arquitectura, ante la preocupación por el cambio climático y las desigualdades de género que persisten en la sociedad. Uno de los cursos ofrecidos es la Maestría en Proyectos de Arquitectura y Urbanismo.
Fuente: ¿Podemos diseñar sin sesgo de género? Este algoritmo explora el peso del género en la arquitectura
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