Consumo de bebidas azucaradas entre niños y adolescentes

Las bebidas azucaradas como los refrescos, las bebidas energéticas, las bebidas de frutas, entre otras, se han vuelto muy populares entre niños y adolescentes en todo el mundo. Estas bebidas no solo contribuyen a una ingesta calórica excesiva, sino que también representan un riesgo significativo para la salud. Este tema preocupante es evaluado en un reciente estudio publicado en la revista BMJ Global Health

La obesidad en niños y adolescentes ha aumentado en todo el mundo, y las dietas poco saludables, incluyendo el consumo de bebidas azucaradas, juegan un papel crucial en este problema. La obesidad en la infancia puede persistir hasta la edad adulta y aumentar el riesgo de enfermedades graves como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad prematura. La globalización de los mercados, la publicidad dirigida a los jóvenes y la falta de regulaciones efectivas son factores que contribuyen al aumento en el consumo de este tipo de bebidas azucaradas.

Las políticas y estrategias, como los impuestos a las bebidas azucaradas y las restricciones a la comercialización de alimentos, han demostrado ser efectivas para reducir el consumo de estas bebidas entre los jóvenes. Sin embargo, la falta de datos actualizados dificulta el análisis de las tendencias en el consumo de bebidas azucaradas y la identificación de factores sociodemográficos clave. 

Las bebidas azucaradas y la salud 

Por ello, en el estudio titulado «Intake of sugar sweetened beverages among children and adolescents in 185 countries between 1990 and 2018: population based study» se cuantifica el consumo de bebidas azucaradas entre los jóvenes y se explora las tendencias a lo largo del tiempo en 185 países entre 1990 y 2018. El estudio utilizó datos de una serie de ingesta de bebidas azucaradas de la Base de Datos Dietética Mundial del 2018 e incluyó a niños y adolescentes de 3 a 19 años. Los participantes se estratificaron según la edad, el sexo, la educación de los padres y la residencia rural o urbana. Los investigadores analizaron la ingesta semanal promedio de bebidas azucaradas y examinaron las variaciones en diferentes regiones y factores demográficos.

Hallazgos

Los hallazgos del estudio revelaron que en 2018, el consumo promedio global de bebidas azucaradas fue de 3.6 porciones por semana, siendo cada porción estandarizada en 248 ml (8 onzas). Se observaron variaciones regionales, con el consumo más bajo registrado en el sur de Asia (1.3 porciones/semana) y el más alto en América Latina y el Caribe (9.1 porciones/semana).

Un análisis adicional indicó que el consumo de bebidas azucaradas era mayor entre los niños y adolescentes mayores en comparación con los grupos de edad más jóvenes. Además, las personas que residían en áreas urbanas tenían un mayor consumo de bebidas azucaradas que aquellos en áreas rurales. La educación de los padres también jugó un papel, ya que los niños y adolescentes de familias con niveles educativos más altos consumían más bebidas azucaradas.

Durante el período comprendido entre 1990 y 2018, hubo un aumento significativo en el consumo global de bebidas azucaradas, con un aumento promedio de 0.68 porciones por semana (22.9%). Los aumentos más importantes se observaron en África subsahariana, donde el consumo de bebidas azucaradas aumentó en 2.17 porciones por semana (106%). De manera alarmante, el análisis reveló que el 30.3% de los países incluidos en el estudio tenían un consumo promedio de bebidas azucaradas de siete o más porciones por semana, lo que representa aproximadamente 238 millones de jóvenes o el 10.4% de la población juvenil global.

Un niño bebiendo un refresco con altos niveles de azúcar.
El consumo de bebidas azucaradas es mayor entre los niños y adolescentes del área urbana y de familias con niveles educativos más altos.

Implicaciones

Los hallazgos de este estudio resaltan la preocupante tendencia de aumento en el consumo de bebidas azucaradas entre niños y adolescentes en todo el mundo. El consumo excesivo de bebidas azucaradas se ha relacionado con diversos problemas de salud, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y problemas dentales. Se requiere una acción urgente para abordar esta preocupación de salud pública y promover opciones de bebidas más saludables entre los jóvenes.

Las intervenciones deben centrarse en crear conciencia sobre los efectos perjudiciales de las bebidas azucaradas y educar a los padres, cuidadores y niños sobre las alternativas más saludables. Además, se deben implementar políticas dirigidas a reducir la disponibilidad y la comercialización de bebidas azucaradas para los jóvenes.

Los esfuerzos para reducir el consumo de bebidas azucaradas también deben tener en cuenta los factores socioeconómicos, ya que el estudio reveló un mayor consumo entre las personas de familias con niveles educativos más altos. Se deben desarrollar intervenciones y programas educativos dirigidos para llegar a todos los segmentos de la sociedad y promover una cultura de consumo de bebidas saludables.

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Fuente: Intake of sugar sweetened beverages among children and adolescents in 185 countries between 1990 and 2018: population based study