La carencia y el exceso de algunos nutrientes en la alimentación en todo el mundo se asociaron con casos de mortalidad en adultos; una de cada cinco personas muere debido a la dieta inadecuada
De cada cinco muertes, una está asociada a una alimentación inadecuada, según el Estudio Global Burden of Disease, publicado por la revista científica The Lancet. Esta asociación se debe en gran parte a las enfermedades más comunes que contribuyen a la mortalidad, y la relación de estas con la alimentación.
Para llegar a estas conclusiones, los autores del estudio analizaron las tendencias del consumo de 15 factores dietéticos entre los años 1990 y 2017, en 195 países. Con estos datos, lograron evaluar el consumo de los principales alimentos y nutrientes en estos países, y relacionar el impacto del tipo de alimentación hacia las cifras de mortalidad vinculadas a enfermedades no transmisibles.
Los investigadores calcularon la proporción de enfermedades específicas atribuidas a algunos de los factores de riesgo de cada dieta, entre adultos mayores de 25 años. El cálculo posee márgenes de error, lo que genera estimativas menos seguras. Todavía, el estudio es indicativo.
En un panorama general, se estima que 11 millones de personas murieron debido a enfermedades asociadas a dietas alimentarias. Entre estas, el consumo de sales fue lo que más provocó muertes, seguido del bajo consumo de granos enteros y el bajo consumo de frutas.
Según los resultados, se puede visualizar como un panorama general cómo se alimentan en diferentes países, y posibles consecuencias hacia la salud pública, a partir de las siguientes dietas:
- Dietas con pocas frutas, vegetales, legumbres, granos, frutos secos, semillas, leche, fibra, calcio, ácidos grasos omega- 3 procedente de los frutos del mar, grasas poliinsaturadas.
- Dietas con gran cantidad de carne roja, procesada, bebidas azucaradas, grasas trans y sodio.
Según los autores, ninguna región del mundo logró cumplir con la cantidad recomendada de los 15 factores y ninguna consumía de manera adecuada ningún factor. Todavía, algunas regiones consumen, según la investigación, cantidades adecuadas de determinados elementos.
Por ejemplo, en Asia Central, la ingeta de vegetales está dentro de la cantidad recomendada, así como los ácidos grasos omega-3 en Asia-Pacifico, las legumbres en Caribe y en la zona tropical de América Latina, sur de Asia y en África Subsahariana.
Como deficiencias comunes, los investigadores revelaron que en la mayor parte, el consumo de leche, de granos enteros y de frutos secos es inferior al que se recomienda.
Respecto al exceso, han percibido que las bebidas azucaradas son un mal general, así como alimentos con sodio, o sea, mucha sal, y carne procesada.
Por generalizar el estudio, faltan detalles importantes acerca del consumo de los alimentos y nutrientes que pueden afectar el resultado y el análisis de los estudios. La ausencia de información por parte de algunos países también contribuye a la observación de los resultados del estudio con cautela. Todavía, hay indicativos que pueden ser investigados con más especificidad para conocer las características de las alimentaciones regionales, sus carencias y potencialidades.
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Fuente: Asocian una de cada cinco muertes con una alimentación inadecuada
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