Un alumno becado por FUNIBER desarrolla una guía de alimentación para adolescentes en un colegio privado de San Miguel, en El Salvador
El alumno becado por FUNIBER, Oscar Ramón Castillo Hernández, desarrolló un estudio sobre la alimentación de los adolescentes en San Miguel (El Salvador) con el objetivo de elaborar una guía de alimentación para fomentar hábitos alimenticios saludables entre los adolescentes.
El estudio fue realizado para la conclusión de la Maestría Internacional en Nutrición y Dietética con Especialización en Nutrición Clínica, titulada por la Universidad Internacional Iberoamericana (UNINI – México), y contó con la orientación de la profesora doctora Mercedes Briones Urbano.
Para la elaboración del manual de alimentación para adolescentes, el autor del estudio diagnosticó el estado nutricional de los adolescentes de un colegio de El Salvador, a través del índice de masa corporal (IMC) de acuerdo con los gráficos de referencia desarrollados por la Organización Mundial de la Salud. Además, Castillo Hernández realizó encuestas sobre el consumo de alimentos las 24 horas del día y encuestas sobre hábitos alimenticios.
Participaron en el proyecto 206 estudiantes de 10 a 18 años, de ambos sexos, que asisten a un colegio privado. Los datos fueron tomados entre marzo y mayo de 2017.
“Es muy importante darles a conocer los alcances de las modificaciones en los hábitos alimenticios inadecuados, pues el efecto positivo de realizarlas, favorece la disminución del riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles asociadas al sobrepeso y la obesidad”, afirma el alumno.
Castillo Hernández también recuerda que las situaciones de carencias nutricionales están asociadas al retardo del crecimiento y al bajo nivel de rendimiento escolar.
Cómo se alimentan los adolescentes
En el estudio, el estudiante investiga cuáles son los factores generales que influyen en la alimentación del adolescente, y resalta:
- La elección de alimentos: los adolescentes tienden a elegir alimentos con alto contenido en azúcar, sodio y grasa, y relativamente bajo en vitaminas y minerales.
- Las conductas alimentarias: los autores han indicado que los adolescentes siguen influencias de los amigos, los modelos paternos, la disponibilidad de alimentos, los costes, la conveniencia, la creencias y la imagen corporal, además de seguir conductas que omiten tiempos de comida y las sustituyen por consumo de comida rápida.
- Los recursos alimentarios: El investigador Brown, especialista en la alimentación de adolescentes, indica que esta población, cuando tiene un perfil socioeconómico bajo, o es perteneciente a minorías, suele presentar tendencias de conductas perniciosas en la alimentación.
Resultados del estudio
Con los datos, Oscar Castillo ha podido detectar que el 50,49% de los estudiantes que participaron en el estudio presentaron un peso normal, el 28,64% presentaron sobrepeso, el 18,93% obesidad y un 1,95% desnutrición.
El consumo de frutas y verduras es deficitario (el 42,72% consumen frutas más de 4 veces por semana y el 40,29% consumen verduras más de 4 veces por semana). También encontró que los adolescentes optan por consumir, de manera excesiva, bebidas azucaradas, embutidos y comida rápida.
“Además de una alimentación deficiente en calorías, hiperproteica, con elevado consumo de grasas totales y saturadas, deficiente en grasas mono y poliinsaturadas, también se encontró un consumo elevado en colesterol e hidratos de carbono y un consumo deficiente de fibra”, afirma.
El estudiante, tras las conclusiones, recomienda a los centros educativos implementar charlas para este público que fomenten una alimentación balanceada, e incluir a los padres en estas intervenciones. Otras recomendaciones son: crear huertos escolares e incluir clases de educación nutricional.
Podrá leer la tesis completa aquí: