Un estudio internacional analiza la asociación de microbios intestinales con las células inflamatorias para el control de la hipertensión.
Un estudio internacional realizado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussets, en Estados Unidos y por investigadores del Centro de Medicina Molecular Max-Delbruck de Berlín (Alemania), ha descubierto que algunas bacterias intestinales podrían controlar el cuerpo frente a las dietas ricas en sal. Esta protección evitaría la hipertensión arterial.
La dieta rica en sal reduce la población de determinadas bacterias consideradas benéficas e incrementa la presencia de células inmunológicas inflamatorias. Pero un tratamiento probiótico podría controlar la inflamación.
Uno de los autores del estudio, Eric Alm, ha alertado que los resultados, a pesar de mostrar una ayuda a quien se alimenta de dietas ricas en sal, no sustituyen los cuidados en evitar el consumo excesivo del sodio.
“Considero que hay algo prometedor en el desarrollo de probióticos que podrían estar dirigidos a corregir algunos de los efectos de una dieta rica en sal, pero las personas no deberían pensar que podrán comer junk food y luego tomar un probiótico”, dijo.
El consumo de comidas con mucha sal se asocia a enfermedades cardiovasculares. El sodio se acumularía en la sangre y el organismo necesitaría más líquido y el corazón tendría que bombear más. En este proceso, las consecuencias podrían ser un infarto o un derrame.
Ayuda de los probióticos
El estudio, publicado en la revista Nature, ha sido testado inicialmente y durante dos semanas en ratones de laboratorio. Fueron alimentados con una dieta rica en cloruro de sodio (sal común). En general, los ratones se alimentan, en una dieta normal, con un 0,5 por ciento de sal. En el estudio, la cantidad llegó a un 4 por ciento.
Este aumento ha provocado la disminución de la bacteria llamada ‘Lactobacillus murinus’, el incremento de las células inflamatorias Th-17 y el aumento de la presión arterial. Estos ratones recibieron enseguida el probiótico con las mismas bacterias y la hipertensión bajó.
El mismo proceso y resultados fueron vistos entre humanos, tras un experimento con 12 voluntarios que consumieron 6.000 miligramos de sal en la dieta diaria durante dos semanas.
Para Alm, uno de los grandes puntos positivos del estudio fue el avance en el conocimiento sobre el sistema inmunitario. “Estamos aprendiendo como el sistema inmunitario ejerce un gran control sobre el cuerpo, más allá de lo que generalmente consideramos como inmunidad”, explicó.
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Fuente: La microbiota intestinal puede proteger frente a la hipertensión
Estudio: Salt-responsive gut commensal modulates TH17 axis and disease
Foto: Creative Commons por Pixabay