Estudio comprueba en ratas que el ajo negro podría ayudar en la vasodilatación, y ayudar en la prevención y al tratamiento de enfermedades cardiovasculares
¿Ya has probado el ajo negro? Conocido por presentar sabores y aromas especiales, este tipo de ajo es muy usado en la cocina asiática, especialmente en Corea. En los últimos años, el condimento viene siendo difundido por todo el mundo y además de las calidades culinarias, este ajo puede ser también un gran aliado a los pacientes que han padecido un infarto.
Al menos eso indica un estudio llevado a cabo con ratas, por investigadores españoles, que han detectado que el ajo negro envejecido ha ayudado en la dilatación de los vasos de las arterias coronarias, tras sufrir un paro cardíaco.
El estudio, publicado recientemente en el Journal of Function Foods, ha evaluado los efectos in vitro de un extracto de ajo negro para la función cardíaca de ratas que habían sufrido un infarto de miocardio. Los investigadores han usado la técnica Landendorff que permitía analizar la función cardíaca y administrar tratamientos directamente en el corazón.
Los resultados indican que el extracto de ajo negro si administrado antes y después de un ataque del corazón podría disminuir la contracción de las arterias. “El efecto sobre la contractilidad cardíaca ha resultado ser dosis dependiente produciéndose exclusivamente al administrar una dosis de 50mg/L de extracto, y no con una dosis mayor de 500mg/L”, ha informado la directora de la investigación, Miriam Granado, del Departamento de Fisiología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
Beneficios del ajo para el corazón
El ajo negro es resultado de un proceso lento de envejecimiento, que dura semanas, en condiciones de humedad. El ajo desde siempre ha tenido una sólida reputación sobre sus propiedades para la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares.
El ajo negro, sin embargo, presenta un mayor contenido de prolifenoles, ácidos grasos polinsaturados como el ácido linolénico, y compuestos azufrados, como S-alil-cisteína (SAC), lo que le confiere una mayor capacidad antioxidante. La SAC reduce el estrés oxidativo e inflamatorio y potencia la liberación de substancias vasodilatadoras como el óxido nítrico y el sulfuro de hidrógeno.
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Fuente: Un estudio atribuye al ajo negro propiedades cardioprotectoras (JANO)
Estudio original: In vitro studies of an aged black garlic extract enriched in S-allylcysteine and polyphenols with cardioprotective effects
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