Estudios muestran la importancia de mantener el horario de las comidas y del sueño con base en nuestro reloj circadiano para mantener el metabolismo saludable
Las horas nos marcan la rutina de actividades diarias. Pero el tiempo también es un regulador del cuerpo, que ayuda a sincronizar el organismo para mantener un metabolismo saludable. Llamado de ritmo circadiano, el tiempo compuesto por 24 horas ofrece un ciclo biológico para casi todos los seres vivos, que son influenciados por las variaciones de la luz, de la temperatura, del día y de la noche.
Durante los últimos 20 años, investigadores han estado reuniendo estudios que muestran la importancia del reloj circadiano para la salud y la prevención de enfermedades como la diabetes. Sin embargo, nuestros hábitos están cambiando este reloj biológico al cambiar las horas de sueño y comida.
Uno de los encargados de marcar las horas en el cuerpo es el núcleo supraquiasmático del cerebro (SCN), que estimula la liberación de la hormona cortisol que provoca el despertar, y la hormona melatonina, que indica la hora de ir acostarse.
Para nuestros órganos internos, que no están expuestos a la luz del día, la ingesta de alimentos es una importante referencia para el reloj biológico. Los horarios de alimentación ayudan a que los órganos y tejidos internos actúen en los momentos apropiados para el metabolismo de la glucosa, en el hígado, en el intestino, en el tejido adiposo y en las células beta.
La profesora de Medicina de la Universidad de Chicago, Eve Van Cauter, explica que los alimentos ayudan a sincronizar los relojes centrales del SCN y los relojes periféricos del cuerpo para que puedan trabajar juntos. Pero si cambiamos el ritmo circadiano con cambios de hábitos, como por ejemplo cambiando las horas de la comida o las horas de sueño, podemos causar un desencuentro y provocar problemas metabólicos.
La obesidad podría ser una de estas consecuencias. Según un estudio llevado a cabo en 2005 con ratones, las mutaciones en un gen circadiano han provocado la obesidad entre los ratones, aunque mantengan una dieta normal. Además, los ratones presentaron colesterol alto, glucosa alta y producción insuficiente de insulina.
Otro estudio ha mostrado que los ratones típicos alimentados con una dieta rica en grasa durante el día, hora en que deberían estar durmiendo, ganaban mucho más peso que los ratones alimentados con la misma dieta durante la noche.
Los seres humanos también sufren con las alteraciones de los hábitos. Por ejemplo, los profesionales que trabajan por la noche tienen mayor riesgo de sufrir diabetes y tener aumento de peso, como ha encontrado algunos estudios.
Como destaca Van Cauter, “el sueño debe ser considerado un pilar de la salud junto con la nutrición y el ejercicio”.
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Fuente: Restablecer el reloj circadiano podría aumentar la salud metabólica (IntraMed)
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