El uso de biberones más grandes conteniendo leche de fórmula incrementaría el riesgo de obesidad
Un estudio reciente sugiere que alimentar a los bebés con un biberón más grande conteniendo fórmula podría ponerlos en riesgo de aumentar de peso y de mantener una relación entre peso y estatura mayor a la normal. Los especialistas indican que existe mayor riesgo si los padres obligan a los niños a acabar con todo el contenido del biberón, aunque muestren señales de saciedad. También se identificó que los niños alimentados con leche materna con un biberón, ganaron más peso que aquellos que fueron alimentados con el seno.
El Dr. Charles Wood, pediatra y coautor del estudio indica que hay un porcentaje significativo de familias que alimentan con fórmula a sus bebés, pero dar seno es una prioridad, destaca el especialista. Wood destaca que es necesario tener en cuenta el tamaño de los biberones para ayudar a los niños a mantener un crecimiento sano.
Es necesario que los padres aprendan a identificar cuándo un niño ya da muestras de saciedad, pues no es necesario que acaben todo el contenido del biberón. Si un niño permanece con la boca abierta, chasqueando los labios o se inclina hacia el biberón está expresando que tiene hambre. Cuando el niño le da manotazos al biberón, sacude la cabeza o actúa de forma distraída, significa que el niño ya se siente saciado y no necesita alimentarse más.
Wood señala que a los dos meses los bebés ingieren aproximadamente 118 mililitros de leche. Un biberón grande tiene una capacidad de 177 mililitros. Se reportó que los niños que aumentaron de peso durante las pruebas, incrementaron su peso en promedio 2.7 kilos, pero aquellos que fueron alimentados con biberones grandes aumentaron 198 gramos adicionales de peso y mantuvieron una proporción más alta entre el peso y la estatura cuando cumplieron los seis meses.
Participaron en la investigación 298 bebés. Se identificó que aquellos niños que eran alimentados con fórmula tenían mayor riesgo de desarrollar obesidad en una edad posterior. Los especialistas sugirieron que los padres trabajen en coordinación con sus pediatras para comprender las señales de hambre y saciedad de los niños.
Los estudiantes del área de Salud y Nutrición de FUNIBER reciben una formación que les permite brindar recomendaciones a los padres para cuidar de la salud de sus bebés.
Fuente: MEDLINE
Foto CC: mysudbury.ca