La sostenibilidad representa una preocupación creciente dentro de la industria automotriz. Si bien la producción de vehículos implica un gran consumo de materias primas, los automóviles continúan emitiendo gases de efecto invernadero a lo largo de su ciclo de vida.
Este daño ambiental también extiende la vida útil de los vehículos más allá de la contaminación por la eliminación inadecuada del producto. La Agencia de Protección Ambiental explica que los vehículos al final de su vida útil (ELV) en la Unión Europea (UE) contribuyen entre ocho y nueve millones de toneladas de desechos por año.
Debido a esta contaminación, la Comisión Europea ha propuesto un nuevo Reglamento sobre estándares de economía circular tanto para la ingeniería automotriz como para la eliminación de ELV. Esta nueva política integrará prácticas sostenibles en tres áreas clave: eficiencia energética en la producción de vehículos, reducción del consumo de materias primas y tratamiento circular del producto. Como resultado, un artículo de Ecoticias afirma que esta legislación generará «una reducción anual de 12,3 millones de toneladas de emisiones de CO₂ para 2035». Asimismo, «una mejor recuperación de 5,4 millones de toneladas de materiales y una mayor recuperación de materias primas fundamentales».
Al implementar una economía circular dentro del sector automotriz, esta política creará beneficios ambientales dentro de cada etapa del ciclo de vida del producto. Ecoticias describe que esta industria está proyectada «para convertirse en el mayor consumidor de materias primas clave utilizadas en imanes permanentes para motores eléctricos en Europa». En consecuencia, este Reglamento ayudará a reforzar la cadena de suministro nacional, reorientando la industria del automóvil de la UE hacia una mayor producción de vehículos eléctricos.
El Reglamento integrará en primer lugar el reciclaje en la producción de automóviles. Requerirá que el 25% del plástico total utilizado en la fabricación de vehículos se origine a partir de materiales reciclados, y el 25% de estos materiales reciclables se obtendrán de vehículos eléctricos de alta potencia. Además, esta legislación exigirá el reciclaje del 30% de los plásticos ELV para proporcionar materias primas sostenibles. Estas medidas también implican la reutilización de piezas ELV, como aluminio y acero, en la producción y recuperación para el mantenimiento de vehículos más nuevos.
Por último, esta legislación promoverá tanto el diseño eficiente de productos como la responsabilidad social corporativa. La nueva ingeniería permitirá primero la deconstrucción directa del vehículo. Esto facilitará la recolección de materias primas de los ELV, así como reparaciones sencillas de automóviles para una vida útil más prolongada del producto. Junto con el diseño de los vehículos, el Reglamento reforzará las redes entre los productores y las instalaciones de tratamiento de residuos. La política creará obligaciones ambientales estandarizadas para los fabricantes y subsidiará la gestión de residuos requerida. Por otro lado, la política fomentará el reciclaje de ELV de mayor calidad entre los procesadores de residuos. Esto mejorará la sostenibilidad a través de alianzas fortalecidas entre estas dos entidades comerciales.
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Fuentes:
Economía circular aplicada a la industria automotriz en la UE
Estadísticas de vehículos al final de su vida útil para Irlanda
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