La industria cosmética apuesta por proyectos más sostenibles

La industria cosmética busca una mayor asociación con los objetivos de la Agenda 2030: más sostenible en todo el ciclo de vida de los productos.

En cuanto a la elección de los ingredientes, muchas empresas han optado por materias primas seleccionadas como ecológicas, es decir, que han sido cultivadas y cosechadas de forma respetuosa con el medio ambiente y las comunidades locales.

La elección del envase también es importante, ya que cada vez se buscan más envases con materiales que puedan reciclarse o reutilizarse. Ahora, algunas empresas también buscan envases que consuman menos energía en su producción o que se produzcan con energías renovables.

Para la composición de los productos, muchas empresas están optando por una fórmula que cause menos impacto ambiental, es decir, que tenga menos contaminantes o toxicidades.

En gran parte, este cambio en el comportamiento de las industrias cosméticas se produce por la presión de los propios consumidores o de organizaciones que exigen a las empresas una postura más sostenible.

Ethel Eljarrat, investigadora del Instituto de Diagnóstico Medioambiental y Estudios del Agua, dijo, dijo a Vogue que «debemos prestar atención a la presencia de microplásticos (aparecen sobre todo en pastas de dientes y jabones) en la fórmula».

Para que una marca se considere sostenible, la empresa debe tener en cuenta muchos factores. Por ejemplo, el consumo de agua y energía durante el proceso, la elección de materiales en el envasado, la cadena de distribución, la fórmula, etc.

La industria ha estado invirtiendo en investigación para encontrar alternativas que puedan ser eficientes para la población, pero que también aporten cuidado a la salud del planeta.

 

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Fuente:

El objetivo de la industria cosmética para 2030: el desarrollo sostenible

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