El Día de la Tierra se celebra hoy, 22 de abril, y este año el tema de este día es «Invertir en nuestro planeta». Si bien es cierto que los individuos pueden influir en la reducción de su huella de carbono, la organización de esta fecha conmemorativa pretende destacar el hecho de que las empresas deben actuar para evitar los peores efectos del cambio climático. Una de las formas en que las empresas, como las del sector de los fondos de cobertura, están empezando a invertir literalmente en el planeta es a través de una práctica conocida como inversión sostenible.
En el mundo de las finanzas, las preocupaciones relacionadas con la sostenibilidad se conocen como cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG), y su importancia no ha hecho más que aumentar en los últimos años. En el proceso de inversión sostenible, los inversores tratan de dirigir sus activos hacia empresas que dan prioridad a la responsabilidad social corporativa en relación con el medio ambiente y pretenden reducir el empeoramiento del cambio climático.
Cuando los Principios para la Inversión Responsable (PRI), una red de inversión con el apoyo de la ONU, se lanzaron en 2009, sólo 63 empresas de inversión eran signatarias de un compromiso que declaraba que tendrían en cuenta las cuestiones ASG en su planificación de inversiones y toma de decisiones. Ahora, esa lista ha crecido exponencialmente hasta las 1.715 empresas.
En todo el mundo, los estudios demuestran que los propios propietarios de activos persiguen estrategias de inversión sostenibles, y más de la mitad afirman que tienen en cuenta las cuestiones ASG en sus decisiones. Sin embargo, la popularidad de la inversión sostenible sigue siendo subestimada entre los altos ejecutivos. Un estudio de Harvard en el que se encuestó a ejecutivos descubrió que, por término medio, estimaban que el 5% de las empresas utilizaban la inversión sostenible, pero la realidad del porcentaje estaba más cerca del 25%.
Entonces, si los ejecutivos piensan que la inversión sostenible está más atrasada de lo que está, ¿qué es lo que realmente impulsa esta tendencia? Un factor importante es el tamaño de las instituciones financieras. Cuando se habla de los grandes bancos, una frase común que se lanza es la idea de que son «demasiado grandes para quebrar». Aunque la validez de esta afirmación es cuestionable, el hecho es que las instituciones financieras de hoy en día son gigantescas, lo que significa que se ven afectadas por lo que ocurre en el mundo y el mundo se ve afectado por sus acciones. Dado que las inversiones de cualquier fondo de inversión probablemente se verán afectadas por los efectos del cambio climático, estas empresas están ahora incentivadas para reducir estos efectos.
Sin embargo, quizá el mayor motivador sea el resultado final. A fin de cuentas, vale la pena ser un inversor sostenible. Un estudio de 2017 descubrió que las empresas con altas puntuaciones ASG superan a las empresas con bajas puntuaciones ASG hasta en un 40%. Estos resultados entran en conflicto con las percepciones tradicionales de los esfuerzos de sostenibilidad. Normalmente, la gente piensa que la responsabilidad corporativa implica un sacrificio de los beneficios de una empresa. Sin embargo, este estudio (y muchos otros con la misma conclusión positiva) sugiere lo contrario, lo cual es una buena noticia para los inversores y el medio ambiente.
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Fuentes:
EARTH DAY 2022: INVEST IN OUR PLANET
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