La confederación Ecologistas en Acción ha actualizado la guía práctica “Los delitos contra el medio ambiente” publicada en el año 1996.
Hace 25 años la publicación de este documento fue de gran ayuda para activistas y abogados, con el fin de formular denuncias ante fiscalías o juzgados.
La actualización de esta Guía se debe, según reza el comunicado emitido por la confederación, al cambio en la jurisprudencia e instrumentos legales que se han venido promulgando durante estos años, lo cual ha permitido generar una mayor concienciación ambiental y jurídica, reflejada por el incremento de profesionales en derecho ambiental experimentado en estos últimos años.
Sin embargo, otras acciones continúan realizándose sin ningún tipo de perjuicio. “Por ejemplo, la pervivencia de numerosas agresiones graves e ilegales contra los recursos naturales y el medio ambiente, fruto de un sistema económico extractivista, depredador y contaminante, que nos está abocando a una peligrosa crisis ecológica y climática”, denuncia la organización.
Ecologistas en Acción critica, asimismo, el papel de las administraciones por no cumplir su rol de proteger el medio ambiente.
El documento clasifica los delitos medioambientales en los siguientes grupos, definidos en el Código Penal español:
- Delitos sobre la ordenación del territorio o “urbanísticos”: la sanción de estos delitos “se justifica en la protección de un bien jurídico como la utilización racional del suelo, y en un sentido más amplio la calidad de vida y la conservación de los recursos naturales” remarca la organización.
- Delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente: se incluyen en este grupo acciones que provoquen o realicen, de manera directa o indirecta emisiones, vertidos, extracciones, excavaciones, ruidos, vibraciones, o captaciones de aguas, entre otras.
- Delitos relativos a la protección de la flora, fauna y animales domésticos: la introducción de especies exóticas invasoras, la caza y tráfico de fauna protegida, el furtivismo y el empleo de medios destructivos y no selectivos de caza y pesca son algunos de los delitos definidos. En esta nueva actualización se ha incorporado la protección penal a los animales domésticos.
- Delitos relativos a la energía nuclear y a las radiaciones ionizantes: la posesión o tráfico de materiales radioactivos y la exposición de la población a esta radiación son algunos de los delitos tipificados en la actualidad.
- Delitos de incendios forestales: en este grupo se incluyen delitos con diferentes escalas de gravedad, según sea un fuego de grandes dimensiones o un conato de incendio.
Frente a estas acciones contra los recursos naturales, existen diferentes penas de prisión y de inhabilitación, así como sanciones económicas. Las penas pueden agravarse en función de la gravedad de los efectos que puedan ocasionar.
Aunque la Guía se centra exclusivamente en el territorio español, las acciones y medidas sancionadoras que en ella se describen pueden extrapolarse a cualquier región.
Finalmente, la Guía recoge en un Anexo final un formulario con unas instrucciones para denunciar este tipo de delitos ambientales ante diferentes organismos e instituciones.
El coordinador del área de Medio Ambiente de FUNIBER, Eduardo García, indica que esta guía “constituye un excelente instrumento, no solo para distinguir entre delitos ecológicos tipificados, sino para conocer un poco mejor la normatividad ambiental, en la que subyace el principio de ‘quien contamina paga’, como elemento disuasorio para evitar cometer este tipo de delitos en el ámbito local”.
El docente recalca también el importante papel de las administraciones “para velar por la salvaguarda del medio ambiente y hacer cumplir la abundante, pero dispersa normativa ambiental, existente en la actualidad”.
Todos aquellos profesionales que deseen ampliar su formación en el área de medio ambiente podrán cumplir su objetivo con los programas universitarios patrocinados por FUNIBER. Uno de los cursos ofrecidos es la Maestría en Proyectos de Gestión Ambiental.
Fuente: Guía de delitos ecológicos
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