Las caídas pueden ser comunes en cualquier etapa de la vida, aunque los riesgos se agravan con el envejecimiento.
La posibilidad de sufrir una caída es una de las preocupaciones más habituales entre los adultos mayores.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó recientemente un protocolo titulado «PASOS SEGUROS: Estrategias para prevenir y gestionar las caídas a lo largo de la vida», que incluye advertencias para adultos mayores en tres escenarios diferentes: hogar, residencias y hospitales.
La infraestructura de la vivienda, la debilidad, las enfermedades o el deterioro cognitivo son algunas de las causas de las caídas en adultos mayores.
Según el Centro de Rehabilitación Neurológica CEFINE, las consecuencias de estos accidentes no siempre se observan de forma inmediata: “los ancianos que sufren una caída habitualmente tienen una evolución funcional y social peor que aquellos que no caen, además de volverse cada vez más dependientes”.
Algunas recomendaciones de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) dirigidas a las personas mayores para prevenir las caídas son:
- Marcha, equilibrio y entrenamiento funcional.
- Tai Chi.
- Evaluación del hogar y modificaciones para adaptarlo a sus necesidades
- Reducción o retirada de medicamentos psicotrópicos.
- Intervenciones multifactoriales (valoraciones individuales del riesgo de caída seguidas de intervenciones adaptadas para hacer frente a los riesgos identificados).
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Fuente: Caídas en el anciano o adulto mayor
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