Familiares o amigos suelen asumir funciones de cuidadores en hogares con personas dependientes.
La población de adultos mayores está creciendo con gran rapidez en Portugal, y se calcula que para el año 2025 la población de personas de la tercera edad en ese país podría alcanzar el 25%. El crecimiento de la población de tercera edad plantea una serie de retos para los sistemas de salud. Se ha identificado que Portugal tiene la tasa más alta de cuidadores informales en el hogar en comparación al resto de Europa, además de tener una de las tasas más bajas de cuidados proporcionados por profesionales.
La Entidad Reguladora de la Salud (ERS) ha presentado el estudio «acceso, calidad y competencia en cuidados continuados y paliativos», en el que se destaca que Portugal tiene una de las menores tasas de oferta de servicios no domiciliarios como consecuencia de la escasa disponibilidad de trabajadores formales. La ERS informa que hasta mediados de los 90 la infraestructura para atender a pacientes que requerían de un cuidado continuo era escasa.
En Portugal la tendencia indica que los cuidados informales son ofrecidos usualmente por un familiar o amigo que realiza las tareas de cuidado del paciente de forma altruista, sin recibir una remuneración por su trabajo.
De acuerdo a la Organización de Cooperación de Desarrollo Económico (OCDE), Portugal es uno de los países donde la atención de cuidados continuados son cubiertos por el dinero de los usuarios, porque no son apoyados por un servicio público o seguro privado, estimándose que un 45% de cuidados son cubiertos por los usuarios, pero se debe considerar que la mayoría del financiamiento corresponde a la seguridad social. En el futuro el gobierno se enfrentará al reto de establecer medidas para atender a las personas de la tercera edad, considerando que la tendencia indica que podrían presentarse mayor cantidad de casos de neoplasias malignas.
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