Los ETF (Exchanged Traded Funds) , o fondos cotizados, son un producto de la inversión colectiva. Su funcionamiento es similar a los fondos de inversión. Sin embargo, difieren en que las participaciones del primero pueden ser compradas o vendidas en un mercado secundario.
Al combinar los beneficios de la diversificación de fondos con la flexibilidad a la hora de negociar las acciones, los ETF han ganado popularidad.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), estos suelen ser fondos de renta variable, a excepción de los que replican índices de renta fija. Es por ello que varían y son adecuados para inversores propensos al riesgo.
¿Qué tipos de riesgos existen?
En primer lugar, el riesgo de mercado es una preocupación importante para los inversores en ETF que replican índices de renta variable. En situaciones de mercado a la baja, las pérdidas pueden ser significativas, al igual que en periodos alcistas. La CNMV también señala el «error de seguimiento» como una métrica relevante para evaluar cuán fielmente un ETF sigue a su índice subyacente. Un error de seguimiento grande puede indicar que el ETF no replica de manera precisa el rendimiento del índice.
El riesgo de liquidez es otro factor a tener en cuenta. La facilidad con la que se pueden comprar o vender participaciones depende de la liquidez de los activos subyacentes en los que invierten. Sin embargo, en general, los ETF permiten la negociación en cualquier momento durante el horario de negociación bursátil.
Algunos también pueden estar expuestos al riesgo de crédito o contraparte si invierten en valores que no pueden cumplir con sus obligaciones de pago. Además, los que replican índices denominados en una divisa diferente al euro pueden verse afectados por las fluctuaciones de los tipos de cambio.
Por otro lado, el valor liquidativo de un ETF, que representa el valor de todos los activos en los que está invertido, puede diferir del precio en el mercado. Esto se debe a la intervención de especialistas que introducen órdenes de compra y venta con márgenes de precio, lo que puede resultar en que los inversores compren a precios superiores y vendan a precios inferiores.
Otras limitaciones
Además de los riesgos mencionados, la CNMV resalta que la información disponible para los inversores en ETF puede ser limitada. No se requiere la entrega del Documento con Datos Fundamentales para el Inversor (DFI) ni del último informe semestral antes de la compra. Sin embargo, los inversores tienen derecho a solicitar estos documentos en cualquier momento a su intermediario.
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Fuente: Riesgos de invertir en ETFs y cómo evitarlos
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