En materia de liderazgo, así como en otras áreas de la vida, los hábitos son pautas fundamentales que determinarán el éxito en la gestión y motivación de equipos.
El correcto liderazgo dentro de la gestión empresarial tiene una gran influencia positiva en el clima laboral y el bienestar emocional de los integrantes. Asimismo, disponer de una persona con habilidades de liderazgo es crucial para la consecución exitosa de los objetivos empresariales.
Stephen R. Covey en su obra “7 hábitos de la gente altamente efectiva”, afirma que los atributos específicos de un líder se forman mediante la adquisición y práctica de ciertos hábitos.
Entre otros hábitos mencionados en su libro, Stephen R. Covey cita la proactividad como uno de los motores del éxito en la ejecución del liderazgo. La proactividad brinda al líder de un comportamiento anticipatorio, otorgando de un mayor control sobre los acontecimientos del futuro y prevención de riesgos potenciales. Es la toma de control del destino en lugar de simplemente ajustarse a la realidad, moldeándola para un fin beneficioso.
El autor también alude a la misión personal y establecimiento de fines propios. Crear un sentido a nuestra vida mediante acciones premeditadas y planeadas que nos lleven a una meta previamente establecida. El descubrimiento de la misión nace a partir del conocimiento propio, el talento y habilidades personales que llevarán al sujeto a dejar una huella positiva en el mundo.
El establecimiento de prioridades conlleva una voluntad independiente de centrarse en aquellas actividades que dan sentido real a nuestras vidas desbancando las acciones urgentes, pero menos importantes a un segundo nivel. Se trata de una disciplina que requiere saber distinguir lo importante de lo urgente.
La estructura mental y sistema de pensamiento, también importa. Un buen líder tendrá una actitud win-win o ganar-ganar cuyo objetivo es el establecimiento de acuerdos beneficiosos para todas las partes y compromiso.
Otros autores como Daniel Goleman hacen especial mención a la inteligencia emocional como eje de nuestras interacciones y, en consecuencia, como atributo esencial de cualquier líder que se precie. Engloba habilidades como el control de los impulsos, la autoconciencia, la perseverancia, la motivación y el entusiasmo y configuran rasgos como la autodisciplina, la compasión y el altruismo.
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Fuente: ¿Mandar o liderar?: Hábitos diarios que impulsan el buen liderazgo
Liderazgo Empresarial a través de Principios y Hábitos
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