La bioarquitectura es una disciplina profesional que se centra en crear espacios residenciales saludables que protejan la salud de las personas que los habitan.
Se tienen en cuenta los diversos factores que afectan nuestras vidas, lo que la convierte en una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Aunque la bioarquitectura es un concepto relativamente nuevo en España, está ganando más interés entre los compradores de viviendas que priorizan su salud y el medio ambiente.}
Según Mireia Mas Terra, arquitecta y socia de La Tercera Pell, el objetivo principal de la bioarquitectura es promover la salud de las personas que viven en estas casas al mismo tiempo que las hace sostenibles y eficientes. Esto se logra trabajando en la bioclimática, la bioconstrucción y la eficiencia energética del edificio.
El concepto bioclimático estudia el entorno y el clima del lugar, equilibrando los factores ambientales para maximizar la comodidad y minimizar la pérdida de energía. Por otro lado, la bioconstrucción tiene como objetivo crear un ambiente interior sin radiación ni contaminantes que puedan dañar la atmósfera. Finalmente, la eficiencia energética se logra apoyando los sistemas pasivos.
Elegir la ubicación correcta
La ubicación de una casa de bioarquitectura es otro factor clave que determina su éxito. Ander Echevarría, el director técnico-comercial de 100×100 Madera, una empresa especializada en construcción biopasiva, explica que la posición del edificio es importante para reducir el consumo. Por lo tanto, es recomendable orientar la casa hacia el sur. De esta forma le es posible capturar el calor del sol en invierno y proteger el edificio durante todo el año.
Además, Echevarría señala que elegir una buena ubicación, alejada de elementos contaminantes, también promueve la salud de las personas. La empresa cree que se deben evitar los lugares cerca de fábricas, áreas de tráfico pesado y aquellos atravesados por líneas de alta tensión, ya que contribuyen al deterioro de la salud.
Diseño flexible con un enfoque en la distribución del espacio
Otro elemento que distingue a la bioarquitectura es el diseño de hogares flexibles que no replican una estructura social predeterminada. Sonia Hernández-Montaño Bou, miembro del estudio Arquitectura Sana, argumenta que la forma en que se diseña la arquitectura crea ideas preconcebidas de cómo debemos vivir. Por lo tanto, la vivienda debe distribuirse adecuadamente, lo que hace posible “evitar desigualdades” entre los ocupantes.
Mas señala que “cada grupo de usuarios tiene necesidades diferentes”, por lo que la bioarquitectura debe conocer al cliente y personalizar el espacio en consecuencia. Distribuir la casa para asegurar ganancias pasivas “beneficia a las áreas donde las personas pasan más tiempo” determinando los caminos lógicos de movimiento y distribución son cruciales.
Finalmente, FUNIBER patrocina una variedad de oportunidades de cursos para formarse en el área. Algunos de estos programas son la Maestría en Proyectos de Arquitectura y Urbanismo y la Maestría en Diseño, Gestión y Dirección de Proyectos de Cooperación Internacional.
Fuente: ¿Cuáles son las claves de la bioarquitectura?
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