Los cajeros automáticos también sufren los riesgos de los ciberdelincuentes, que han encontrado métodos para el robo de dinero.
En el pasado, los cajeros automáticos generaban preocupación por los robos físicos. Sin embargo, en la actualidad, se han convertido en un objetivo de los cibercriminales.
La empresa tecnológica Check Point ha señalado los cuatro tipos de ciberataques posibles en estos sistemas:
- Ataques Man-in-the-Middle: al igual que muchos dispositivos electrónicos, los cajeros están conectados a Internet, lo que propicia que los criminales realicen este tipo de ataques. Consiste en “un método por medio del cual interviene el tráfico de datos entre el cajero automático y su servidor” indica la web Cepymenews.
- Spoofing: en este ataque, el delincuente debe desconectar el cajero de la red del banco.
- Malware: “existen 2 formas distintas de infectar de software malicioso en estos dispositivos: físicamente (insertando un USB infectado en el bastidor del cajero) o bien de forma remota (atacando la red del banco y descargando malware en el dispositivo)”, indica la web antes mencionada.
- Jackpotting de la caja negra: para ello es fundamental acceder a la parte interna del cajero, por lo que el delincuente suplantará al personal de mantenimiento.
“A pesar de lo que pueda parecer, hackear un cajero automático es relativamente sencillo, ya que no suelen contar con herramientas de protección frente a ciberataques”, señala Eusebio Nieva, director técnico de Check Point para España y Portugal.
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