Los alimentos que consumimos están relacionados con nuestra salud, aunque varios estudios analizan, en ocasiones de forma contradictoria, los resultados sobre los efectos de la cantidad, calidad y tipo de alimentos.
Un estudio, publicado recientemente en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health, recopiló datos sobre la dieta y el cáncer en muchos países entre la década de 1960 y 2017, realizado con datos de instituciones internacionales, con información sobre países de los cinco continentes.
Según los resultados, un alto consumo de carne y alcohol se asocia con un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Por otro lado, el estudio encontró que las dietas de pescado y vegetales tienen un efecto protector contra las enfermedades cancerosas.
Sin embargo, el estudio destaca que, en el caso de los países de ingresos bajos, la correlación entre un alto consumo de carne y alcohol no se asoció directamente con una mayor incidencia de casos de cáncer y mortalidad. En este contexto, según los cálculos utilizados, un mayor consumo de alimentos estaría relacionado con una mayor esperanza de vida. «Reducir el hambre tiene un impacto positivo importante en la salud y la esperanza de vida, más que mantener una dieta saludable», dicen los investigadores del estudio.
El estudio también destacó la relación del nitrógeno y el fósforo en los alimentos con mayores casos de cáncer. Varios estudios han demostrado que el aumento de nitrógeno proveniente de la fertilización de cultivos agrícolas desde 1961, puede acumular compuestos nitrogenados tóxicos.
Los tipos de cáncer asociados con el consumo de alcohol, carne, nitrógeno y fósforo son el cáncer de colon, pulmón, mama y próstata.
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