Si preguntamos qué sucede con los desechos electrónicos de computadoras, teléfonos, tabletas y portátiles, es muy probable que la mayoría de las personas no conozcan la respuesta.
Aunque la población conoce mejor el reciclaje de productos de plástico, papel, vidrio y desechos orgánicos por las campañas de información, el destino de los desechos electrónicos sigue siendo un tema poco tratado.
Pero la cantidad de residuos electrónicos producidos es grande y siegue creciendo. Es importante que los consumidores sean más conscientes de la «huella ecológica», es decir, el tamaño del impacto ambiental que nuestro hábito puede tener, de la sostenibilidad del estilo de vida.
Cada año, según el periódico alemán Deustsche Welle, el mundo produce alrededor de 2 mil millones de toneladas de desechos. Lo que queda de nuestros dispositivos es la cara más visible de esta basura, pero hasta que se llegue a este producto, toda una cadena de producción generó residuos. Durante la extracción de las materias primas, durante la fase de fabricación, durante el transporte, en la producción de electricidad y en la parte de ventas.
Josh Lepawsky, profesor de geografía de la Memorial University of Newfoundland en Canadá, recuerda que «la mayoría de la contaminación y los desechos de los aparatos electrónicos se producen mucho antes de que la gente tenga el producto final en nuestras manos».
También llamados desechos invisibles, representan un gran problema ambiental. Según un estudio realizado por la asociación sueca Avfall Sverige, especializada en la gestión de residuos y el reciclaje, un smartphone puede representar 86 kilos de desechos invisibles, y un ordenador portátil, unos 1.200.
Durante la extracción de la materia prima, el proceso puede causar contaminación al liberar polvo mineral y productos químicos en el agua y el aire. Si no hay una supervisión adecuada, los componentes utilizados, que se consideran tóxicos, pueden dañar los suelos, las plantas y los animales, además de poner en peligro la salud de las poblaciones cercanas.
Uno de los retos de este proceso de extracción es asegurar que todo este trabajo siga las directrices para la protección de las zonas y las personas.
Reciclaje de productos electrónicos: cómo y dónde
La falta de tecnología para el reciclaje de componentes electrónicos significa que sólo el 17,4% de todos los dispositivos descartados son reciclados.
Así, además de generar desechos durante su fabricación, transporte y venta, el producto en sí se añade a la cuenta, aumentando aún más la contaminación. Las empresas que venden estos dispositivos también se benefician de crear un consumo menos consciente al fabricar productos que deben ser reemplazados constantemente sin posibilidad de reutilización y reciclaje.
FUNIBER promueve estudios para la formación de profesionales en el área ambiental como la Maestría en Ingeniería y Tecnología Ambiental y la Especialización en Gestión de Residuos.
Fuente: Ojo con la basura invisible de nuestros portátiles y teléfonos inteligentes
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