Los científicos revelan un agujero en la capa de ozono sobre el Ártico, el más grande jamás registrado; sin embargo, las altas temperaturas de la primavera lograron revertirlo y cerrarlo.
La Organización Meteorológica Mundial indica que hubo un gran agotamiento de la capa de ozono, más intenso que en años anteriores, en parte debido a las bajas temperaturas en la región. Sin embargo, este agujero ya se ha cerrado, y las temperaturas aumentaron en abril.
Las temperaturas extremadamente frías, alrededor de -80°C en la estratosfera, la luz solar, las condiciones del viento y los productos químicos nocivos para la atmósfera son responsables de la formación de agujeros en la capa de ozono sobre el Ártico. Según las mediciones de las estaciones del Programa de Vigilancia Atmosférica de la Organización Meteorológica Mundial, este año se produjo el mayor agujero en esta región.
Pero con las temperaturas más altas en abril, el aire rico en ozono de la capa inferior logró mezclarse y detener las malas condiciones de la capa sobre el Ártico.
Según la organización, el Protocolo de Montreal, firmado por los países para controlar el uso de productos químicos que pueden dañar la capa de ozono, fue uno de los responsables de evitar que el agujero sea aún más grande.
El secretario general de la organización, Petteri Taalas, dijo que «la pérdida de ozono en 2020 muestra que debemos permanecer vigilantes y mantener observaciones continuas», dijo. Advirtió que esta variación en las condiciones climáticas y las temperaturas podrían afectar aún más, permitiendo que la capa sobre el Ártico se reduzca cada vez más.
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