Presencia del fenómeno La Niña podría alterar la actividad agrícola en América Latina
Año tras año los niveles de temperatura en todo el planeta se siguen incrementando, es así que, de acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial, este año podría convertirse en el más caluroso desde que se tienen registros y debemos prepararnos para «un largo periodo de un calor extraordinario». Estos cambios en la temperatura a nivel global afectan también la intensidad con la que se presentan fenómenos como La Niña. Este año la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) ha reducido su pronóstico de llegada del fenómeno La Niña, del 75 por ciento hasta un 55%.
De acuerdo a información proporcionada por la Red Cubana de la Ciencia (REDCIEN), la presencia del fenómeno La Niña incrementaría la actividad de los huracanes en el océano Atlántico y también se originaría una baja de las temperaturas en muchas regiones, por lo que las zonas afectadas por las sequías a causa del fenómeno «El Niño» registrarían precipitaciones por encima de la media.
En el Perú, el Ministro de Agricultura y Riego, Juan Manuel Benites, indicó que el fenómeno La Niña generaría una ola de bajas temperaturas, especialmente en la zona altoandina, causando «nevadas extremas y granizada». Para minimizar el impacto del fenómeno climático se han tomado medidas para habilitar reservorios, canales y sistemas de riego tecnificado que permitan hacer frente al problema, al mismo tiempo que se buscaría trabajar con los agricultores para dotarles de extensiones de pastos, que sirvan para alimentar a sus animales.
El especialista en agroclima Eduardo Sierra ha indicado en un informe para la bolsa de cereales de Buenos Aires, en Argentina, que este año la campaña agrícola se encuentra segura, porque La Niña se presentará con menor fuerza que en años anteriores.
Sierra indicó que en algunas regiones se producirán cortas rachas de tormentas, con precipitaciones irregulares, con riesgo de padecer tormentas severas, granizo o vientos y riesgo de heladas durante la primavera. En las regiones cercanas al Océano Pacífico podrían presentarse precipitaciones por encima de lo normal, tormentas intensas, aguaceros o vientos, indicó el especialista.
Los cambios de la temperatura superficial terrestes, en combinación con las temperaturas del océano influirán en el desarrollo de La Niña. Actualmente los especialistas consideran que el año 2016 podría ser el más caluroso desde que se tiene registros, teniendo como consecuencia más olas de calor, lluvias intensas y ciclones tropicales de gran impacto.
Los estudiantes del área de Medio Ambiente de FUNIBER se mantienen atentos a los cambios climáticos para ayudar a los negocios a tomar medidas para prevenir el impacto que pudiera tener el desarrollo de distintos fenómenos climáticos.
Fuentes: RedCiencia, DiarioNorte
Foto: NASA