Las caídas son un problema común en los adultos mayores y pueden tener consecuencias graves para su salud y bienestar. Un nuevo estudio publicado en JAMA Network Open ha revelado que las personas mayores que experimentan una caída tienen un mayor riesgo de recibir un diagnóstico de demencia en el futuro. Estos hallazgos tienen importantes implicaciones para la atención médica y el cuidado de los adultos mayores.
El impacto de las caídas en los adultos mayores
Según el estudio, titulado «Risk of Dementia Diagnosis After Injurious Falls in Older Adults», las caídas son la causa principal de lesiones y hospitalización en adultos mayores. Cada año, el 27.5% de ellos experimenta caídas. Son la razón principal de ingreso en traumatología para mayores de 65 años. Las mismas provocan alta morbilidad, deterioro funcional y pérdida de independencia, generando 50,000 millones de dólares en gastos sanitarios anuales. Instituciones como el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y el Colegio Americano de Cirujanos consideran la prevención de caídas crucial en la salud pública.
Las caídas y el deterioro cognitivo
Se ha determinado que los pacientes con deterioro cognitivo, como la demencia o el Alzheimer, son un grupo con mayor riesgo de caídas. Así mismo, en la literatura existente se ha demostrado que los pacientes que sufren fracturas de cadera, una lesión habitual a consecuencia de las caídas en los adultos mayores, tienen mayores probabilidades de ser diagnosticados con demencia en el futuro. Debido a estas interacciones entre las caídas y el deterioro cognitivo, es posible que las caídas funcionen como un evento centinela que marque un riesgo futuro de demencia.
¿Cómo se realizó el estudio?
El estudio de cohorte retrospectivo analizó los datos de Medicare Fee-for-Service de los adultos mayores que experimentaron una lesión traumática que resultó en una visita al Departamento de Emergencias o una admisión como paciente internado, el estudio duró un lapso de un año de 2014 a 2015. El conjunto de datos incluyó 1 año de datos previos a la lesión con el fin de evaluar las comorbilidades subyacentes y como mínimo 1 año de datos posteriores a la lesión para evaluar la tasa de diagnóstico de demencia incidente. Solo fueron incluidos los pacientes de 66 años o más y que no tenían un diagnóstico previo de demencia, provenientes de los Estados Unidos.
Principales hallazgos
Los resultados revelaron que el 10,6% de los pacientes que experimentaron una caída fueron diagnosticados con demencia dentro del primer año. Además, se encontró que las caídas estaban asociadas con un 21% de aumento en el riesgo de recibir un diagnóstico de demencia en el futuro, incluso después de tener bajo control los factores de confusión potenciales, en comparación con otros mecanismos de lesión. Este riesgo fue mayor para los adultos mayores que no habían tenido un ingreso reciente en un centro asistencial especializado. A raíz de estos resultados, el estudio enfatiza la necesidad de realizar pruebas cognitivas para los adultos mayores que sufren una caída lesiva y resulta en una visita a los servicios de emergencia o un ingreso hospitalario.
¿Cómo se relacionan las caídas con el riesgo de demencia?
Una probable explicación del mayor riesgo de diagnóstico de demencia luego de una caída lesiva es que los pacientes tenían demencia subyacente no diagnosticada. Este tipo de demencia es común entre los adultos mayores, y el 11% de los nuevos diagnósticos del estudio ocurrieron durante la hospitalización índice. Por otro lado, se sabe que los pacientes con demencia tienen un mayor riesgo de sufrir una caída, principalmente en los primeros 4 años del diagnóstico.
Otra posible explicación es que dichos pacientes tienen un deterioro cognitivo leve, el cual es un precursor de la demencia, en el momento de la caída. El deterioro cognitivo leve y las alteraciones de la función ejecutiva son factores de riesgo de caídas, quizá porque caminar exige habilidades visoespaciales para desenvolverse con seguridad en el entorno.
La importancia de la atención integral
El estudio destaca la necesidad de una atención integral en el tratamiento de caídas en los adultos mayores, considerando tanto los aspectos físicos como cognitivos. La implementación de evaluaciones cognitivas para los adultos mayores que han sufrido caídas y han requerido una visita al departamento de emergencias o una hospitalización es clave para brindarles el cuidado y la atención adecuados. Además, estas evaluaciones pueden ayudar a identificar a aquellos que están en mayor riesgo de desarrollar demencia y permitir intervenciones tempranas para retrasar o prevenir su progresión.
En conclusión, este estudio destaca la importancia de considerar las caídas como un factor de riesgo para el desarrollo de demencia en los adultos mayores. La detección temprana y el manejo adecuado de los problemas cognitivos en esta población pueden tener un impacto significativo en su calidad de vida y bienestar general.
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Fuente: Risk of Dementia Diagnosis After Injurious Falls in Older Adults