Un estudio revelador examinó la relación entre el estilo de vida saludable, los genes relacionados con la longevidad y la esperanza de vida en adultos mayores.
Los resultados mostraron que mantener hábitos saludables, como no fumar, consumir alcohol de forma moderada, realizar actividad física regular y llevar una dieta equilibrada, redujo significativamente el riesgo de mortalidad y aumentó la esperanza de vida, incluso en aquellos que tienen alto riesgo de mortalidad por factores genéticos hereditarios.
El aumento de la proporción de adultos mayores en la población mundial ha generado un creciente interés en entender la relación entre el estilo de vida y la longevidad. Un estudio publicado en The Lancet, titulado «Healthy lifestyle in late-life, longevity genes, and life expectancy among older adults: a 20-year, population-based, prospective cohort study«, investigó precisamente esta relación.
El estudio sobre la vida saludable en la vejez
El estudio se llevó a cabo en China durante un periodo de 20 años y contó con la participación de más de 36,000 adultos mayores. Se evaluaron cuatro variables de estilo de vida: fuman o no actualmente, consumen o no alcohol, realizan o no actividad física regularmente y tipo de dieta. Se construyó un puntaje compuesto considerando estos factores, clasificando a los participantes en tres grupos: poco saludable, intermedio y saludable.
Además, se examinaron los efectos de los genes relacionados con la longevidad. Se construyó un puntaje genético a partir de 11 loci de longevidad y se clasificó a los participantes en función de si tenían una predisposición genética de mayor o menor riesgo.
Los resultados fueron reveladores. En comparación con aquellos que llevaban un estilo de vida poco saludable, los participantes en el grupo de estilo de vida saludable tuvieron un riesgo de mortalidad por todas las causas un 44% menor. Además, se observó que los sujetos con alto riesgo genético y un estilo de vida poco saludable son los que presentaron mayor riesgo de mortalidad.
Curiosamente, se encontró que los mayores beneficios de un estilo de vida saludable se manifestaron en aquellas personas que tienen alto riesgo de mortalidad por factores genéticos hereditarios. Para este grupo específico, llevar un estilo de vida saludable se asoció con un aumento de 4.35 años en la esperanza de vida.
La importancia de llevar una vida saludable en la vejez
Estos hallazgos resaltan la importancia de adoptar y mantener un estilo de vida saludable en la vejez. Aunque nuestros genes pueden influir en nuestra disposición a la longevidad, nuestras elecciones cotidianas también juegan un papel crucial. Independientemente de nuestra predisposición genética, optar por hábitos saludables puede brindarnos una mayor oportunidad de vivir más tiempo y de forma más saludable.
En conclusión, este estudio nos ofrece una comprensión más profunda de cómo las elecciones de estilo de vida pueden influir en nuestra esperanza de vida, especialmente en el contexto del envejecimiento. Nos motiva a mejorar nuestros hábitos diarios y a cuidar de nuestra salud en todas las etapas de la vida.
Continúa con tu formación profesional
A raíz de estos hallazgos, la Maestría en Gerontología que promueve FUNIBER y su red universitaria profundiza en el estudio del envejecimiento, la salud y el bienestar, equipando a los estudiantes con los conocimientos y habilidades necesarios para realizar contribuciones significativas en el campo.
Al estudiar Gerontología, los estudiantes tienen la valiosa oportunidad de explorar las complejidades del envejecimiento desde una perspectiva multidisciplinaria, examinando los aspectos físicos, mentales y sociales de este proceso natural de la vida. Obtendrán una comprensión integral de los desafíos y oportunidades que enfrentan los adultos mayores en la sociedad actual, incluido el impacto de los factores genéticos y los estilos de vida en su bienestar general.
El momento para marcar la diferencia en la vida de los adultos mayores es ahora. Únete a nuestro programa y conviértete en un catalizador para un envejecimiento saludable y una mejor calidad de vida. Juntos, podemos dar forma a un futuro en el que todos disfruten de una vida más larga, más saludable y más plena.