Ancianos afectados por la inequidad y exclusión en Guatemala

Se necesita brindar mayor apoyo a los ancianos para construir una sociedad más justa

Las personas de la tercera edad sufren la marginación de la sociedad, no solo en espacios públicos, sino también en sus propios hogares. La población de la tercera edad requiere que el gobierno establezca un conjunto de leyes para protegerlos y brindarles tranquilidad. La defensora de las personas mayores de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) de Guatemala, Teresa Maldonado, comentó sobre las dificultades que enfrentan los ancianos en su país, y la situación legal que ampara a ese grupo de la población.

Maldonado indica que en Guatemala, un millón doscientos mil personas pueden acceder a una jubilación, y de ese grupo, solo el 16% podría acceder a una pensión, los demás tendrían que tratar de acceder a programas de ayuda social ofrecidos por el Ministerio de Trabajo y Previsión Social. Pero en este momento es difícil acceder a dichos programas, incluso, en algunos casos, sería necesario esperar a que alguien fallezca para poder acceder a la ayuda del Estado.

En el entorno laboral pueden surgir dificultades porque se podría pensar que las personas mayores de 60 no podrían realizar su trabajo, pero en el decreto 90-86 indica que, en Guatemala, no se puede obligar a una persona a dejar su puesto de trabajo por edad. En estos casos, no se trata solo de tener normas establecidas, sino que los ciudadanos también deben conocer sus derechos para defenderse frente a los abusos que pudieran enfrentar.

La población de ancianos está creciendo en todo el mundo y los gobiernos deberían desarrollar políticas para proteger a ese segmento de la población. De acuerdo a Maldonado, en «Guatemala no se cuenta con una política pública específica para este grupo poblacional y eso es una gran debilidad». La especialista indica que los gobiernos han ejecutado algunos programas de ayuda, pero no se logra solucionar el problema principal; además se ha establecido el Comité de Protección a la Vejez, pero nunca ha funcionado porque no se le ha asignado un presupuesto específico.

En el ámbito de los hogares de ancianos, el gobierno de Guatemala ha establecido como ente rector al Ministerio de Salud, el cual ha establecido los mecanismos para brindar licencias a nuevos locales, pero no se han habilitado más de dos hogares a cargo del Estado en todo el país. Maldonado indica que la mayoría de hogares son de origen privado y existen algunos otros que dicen recibir donaciones

Desde el lado de las personas de la tercera edad, la ejecutiva reconoce que también hay algunas debilidades, porque no existe una organización que agrupe a los adultos mayores y se encargue de proteger sus intereses.

Los estudiantes del Área de Gerontología de FUNIBER reciben una formación que les permite brindar una excelente atención a los ancianos, considerando todas las características propias de su edad.

Fuente: http://fnbr.es/25f

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