Podemos fotografiar para tener un registro de nuestro entorno. Pero también, la fotografía puede ser una forma de ver y reflexionar sobre cómo somos, cómo nos sentimos y nos expresamos en relación con nuestro entorno.
Hoy en día, todos tenemos cámaras. La mayoría de las veces, están integrados en teléfonos inteligentes.
Además de esta facilidad para hacer fotografías, con las redes sociales, blogs y otras plataformas en internet publicamos diariamente miles de fotografías sobre nuestra vida.
La fotografía es una forma de construir conocimiento, sirviendo como instrumento para nuestras percepciones y representaciones. En el campo de la psicología se puede colaborar para trabajar algunos aspectos de la identidad individual como son:
- Autoconcepto: La definición que tenemos de nosotros mismos. En psicoterapia hay un trabajo para que cada persona construya una imagen de sí mismo que le sirva para su desarrollo personal.
- Autoestima: Nos ayuda a comprender nuestra historia y nos proyecta hacia el futuro al comprender mejor como nos vemos a nosotros mismos.
La fotografía puede ser parte de la construcción de la identidad, ayudando en la percepción de uno mismo y en los sentimientos sobre la propia identidad. Hoy en día, muchos hablan de la fotografía terapéutica como fotografía como un proceso de sanación.
Un artículo interesante es el de Alfredo Pizzinato, “Psicología e imágenes: el proceso de la narración digital en la investigación sobre la identidad en la infancia en riesgo de exclusión”. En él, el investigador analiza el uso de las producciones narrativas como material de análisis para la investigación psicológica sobre la identidad.
Fotografía terapéutica
En los últimos años, una cadena ha ganado cada vez más seguidores. Busca utilizar la fotografía como un medio para mejorar la calidad de vida. En esta fotografía terapéutica busca una introspección, una relación mucho más profunda entre la persona y el entorno.
Este tipo de fotografía va en contra de las imágenes repetitivas y reproducidas en las redes sociales como los selfies. En esta fotografía, contrariamente a la preocupación por la imagen del cuerpo, lo que se busca es activar procesos creativos.
En entrevista con El Diario, el fotógrafo David Viñuales comentó que durante su doctorado en psicología trabajó con personas que sufrían de anorexia nerviosa, un problema muy relacionado con la percepción que tiene la persona de su propia imagen y del mundo.
Cree que la fotografía en este caso puede ser de ayuda al trabajar el autoconocimiento y la autoestima, para que aporten beneficios a la persona. “Tomar fotografías puede ser terapéutico en tu propia práctica, simplemente porque con cada toma trabajamos sin saber la voluntad y la elección: tomamos diferentes decisiones como el encuadre, el brillo en milisegundos”, dijo.
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Maestría en Intervención Psicológica en el Desarrollo y la Educación
Fuentes:
Psicología y fotografía ¿cómo se relacionan?
Fotografía terapéutica, ¿qué es y qué alcances tiene?
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