Las lenguas, un gran activo para empresas sin fronteras

En un entorno globalizado, saber comprender y comunicarse adecuadamente con distintas culturas resulta esencial para las empresas.

La finalidad de la empresa es crear riqueza y puestos de trabajo. La globalización ha conducido a elevar la competitividad de los distintos tipos de empresas para poder participar en los mercados internacionales, crecer económicamente, crear más empleo y mejorar la vida de la sociedad.

La empresa ha de salir, relacionarse, publicitarse… Para ello es básica la comunicación y el conocimiento de distintas lenguas que le permitan ampliar mercados en un mundo globalizado. Tiene que mostrar una imagen, un prestigio y una estrategia publicitaria que exige saber entenderse con el otro y ponerse en su lugar para poder ofrecerle lo que demanda, lo que necesita.

La empresa que avanza debe disponer de interlocutores que, en el momento de establecer relaciones con otras compañías o países, sepan difundir sus valores en las distintas lenguas. Necesita  disponer de ejecutivos capaces de negociar, comprar, vender, con trabajadores que consigan transmitir los objetivos de su empresa, y un buen servicio al cliente. Todo ello es esencial en los negocios, la ciencia y la tecnología.

Cada país es diferente económica, política y culturalmente, con diferencias geográficas, ideológicas, y sus propios prejuicios; en ese contexto, las lenguas reflejan una percepción del  mundo. Las empresas deben gestionar la diversidad adaptándose a las características propias de cada país orientando sus objetivos de modo descentralizado, participativo a la hora de iniciar su expansión internacional.

El desarrollo empresarial exige estabilidad y confianza en el entorno donde se ubica la entidad. Es necesario planear, organizar, dirigir, ejecutar, evaluar los recursos humanos y técnicos que posee para llevarla al crecimiento, estableciendo un compromiso de transparencia y seriedad con la sociedad, que  orienta a la empresa en la consecución de sus objetivos.

El impulso selectivo de la especialización con tecnología vanguardista, investigación, proyectos, respeto  por la calidad de lo que se produce, además del cuidado y formación continua del equipo humano, permite una mayor eficiencia y actualización permanente en la empresa. Esto le proporciona flexibilidad para mantenerse ante nuevas condiciones del mercado con mentalidad de innovación y cambio.

El desarrollo de una empresa está también en la calidad a todos los niveles: de trabajo, servicio,  información,  personas y objetivos. Lo que demanda el mercado se produce rápidamente, se satisface de inmediato al cliente. Día a día ha de adquirir  destreza para manejar los recursos materiales y humanos e innovar, de forma que se establezca un marco que lleve al crecimiento sostenible de la entidad.

En un entorno cada vez más competitivo, el desarrollo de las empresas en el futuro pasa porque estén en la red, sin fronteras, con colaboradores más que empleados, ágiles al tomar decisiones, automatizadas, globales, con el punto de mira puesto en la colaboración y participación del trabajador sustituyendo la gestión y el control imperantes hasta ahora.

La empresa debe plantearse la estrategia más adecuada para perdurar en el tiempo garantizando su permanencia y continuidad, sorteando la incertidumbre, los cambios, el dinamismo y la complejidad que se viven en la actualidad.

Ante el exceso de información actual, es imprescindible poner en valor la buena comunicación a todos los niveles y en diferentes lenguas para el adecuado desarrollo de la empresa y la sociedad. El futuro depende de ello.

Autora: Laura Marquez

Fuentes: http://fnbr.es/2yv http://fnbr.es/2yw http://fnbr.es/2yx http://fnbr.es/2yz

 

Foto Creative Commons: Jason Dirks