Mantener los principios de la mediación

La mediación puede ayudar a solucionar problemas sociales en un marco de respeto

El proceso de mediación permite que dos partes lleguen a un acuerdo en temas civiles o comerciales, evitando el desarrollo de una disputa en los tribunales. Para realizar la mediación de forma eficiente los mediadores deben cuidar de ciertos principios. El mediador Carlos Arroyo, explica en su blog que un proceso de mediación se sostiene bajo cinco principios: la imparcialidad, la igualdad de las partes, la confidencialidad, la voluntariedad y la flexibilidad del proceso.

Arroyo explica que la voluntariedad implica que ambas partes llegan al proceso de mediación de forma voluntaria, aunque en algunos casos se llega al proceso por recomendación de un juez. Las personas pueden aceptar o rechazar el proceso de mediación, por esa razón, es recomendable que aquellos que no desean participar lo expresen libremente para evitar perder tiempo en desarrollar un proceso en el que no será posible llegar a un acuerdo por resistencia de una de las partes.

El mediador debe ser imparcial durante el proceso, esto implica que el profesional a cargo de la mediación no debe darle la razón a ninguna de las dos partes y tampoco debe dar respuesta al conflicto. Aunque en algunos casos puede ocurrir que el mediador olvide este principio y tome decisiones por los mediados indicándoles la solución que deberían adoptar. El rol del mediador es facilitar la comunicación entre ambas partes para que encuentren una solución a su conflicto, una meta que solo se puede alcanzar si el mediador no adopta una postura en favor de ninguna de las partes.

En todo proceso de mediación se debe procurar que exista una igualdad entre las partes para lograr un acuerdo equilibrado. Este principio cobra mucha importancia cuando hay una gran diferencia de poder entre las partes, como en el caso de empleado y empleador, donde la parte con menor poder podría no tomar una decisión y solo aceptar la oferta de la parte con mayor poder. Se debe cuidar el principio de igualdad en todo momento, sobre todo en situaciones en las que se identifiquen diferencias emocionales, económicas, culturales o de otra índole que pudieran afectar el proceso.

La mediación debe ser flexible, para adaptarse a las particularidades de cada una de las personas que acude a la mediación. Cada persona tiene características y necesidades distintas y esto obliga a adaptar el proceso en cada caso, bajo la dirección del mediador.

De acuerdo a Arroyo la confidencialidad es uno de los principios que más veces se encuentra en peligro en un proceso de mediación, porque muchas personas pretenden grabar o transmitir por celular las sesiones. Es importante proteger la confidencialidad del proceso de mediación, porque se genera un espacio en el que se puede aportar información al proceso que de otra forma jamás saldría a la luz. Se debe observar que la confidencialidad promueve la buena fe y la confianza de las partes hacia el mediador. El mediador debe proteger la confidencialidad del proceso en todo momento, pudiendo solicitar medidas sencillas como apagar los celulares o grabadoras de audio.

Los estudiantes de la especialización en Resolución de Conflictos y Mediación Social de FUNIBER reciben la formación para resolver diferencias en el ámbito familiar, escolar, comunitario, penal y sanitario.

Fuente: http://fnbr.es/1zw

Foto: mikecogh