Uno de los métodos que nos permiten realizar un trabajo de manera eficaz es la Ruta Crítica, conocida entre los expertos como CPM (Critical Path Method).
Al hablar de gestión de proyectos, uno de los puntos más importantes para cualquier director de proyecto es la eficacia. La clave de la Ruta Clave (CPM) es analizar la serie de actividades a efectuar que no tienen holgura para ejecutarlos. Esta será la ruta crítica, la cual debe de ser comunicada a todo el equipo para evitar confusiones de todas las partes.
Una de las claves es optimizar los procesos que en estos casos se vuelve crucial. El CPM da una idea del espacio temporal del proyecto. Para esto es necesario llevar una serie de tareas que se exponen a continuación.
- Redactar una lista de las actividades necesarias para terminar el proyecto.
- Especificar las dependencias y de qué tipo son entre las actividades. Existen cuatro de inicio-fin; de inicio-inicio; de fin-inicio; y de fin-fin.
- Establecer una aproximación del tiempo de cada actividad y representarlo utilizando alguna herramienta como podría ser GanttProject.
Es importante tener en cuenta el término de holgura. Esta se refiere a la flexibilidad que se tiene para la entrega de una tarea determinada; es decir, el tiempo que se puede retrasar una tarea sin generar un impacto negativo en el proyecto. En el caso de las tareas críticas de nuestra ruta, es fundamental tener en cuenta que no tienen con holgura. Esto significa que sus fechas de entrega son fijas y no son discutibles.
Por otro lado, es relevante tener una buena comunicación con todos los involucrados en el proyecto para que las fechas de entrega se cumplan según sus necesidades.
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Fuente: Conoce el Método de la Ruta Crítica o CPM para la gestión de proyectos
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