En la actualidad, uno de los pilares más representativos de la transformación digital en las organizaciones, DevOps, permite que las empresas aceleren sus procesos y diseñen sus propias aplicaciones, recortando en gastos.
DevOps, es en la actualidad uno de los términos más sonados del entorno de las tecnologías de la información, estrechamente vinculado con metodologías de desarrollo ágil y de transformación digital en el mundo empresarial. Se trata de una metodología de desarrollo e integración de software y aplicaciones para desarrolladores y administradores de TI. El objetivo de esta metodología es que las organizaciones puedan desarrollar productos y servicios software de forma más veloz, de mejor calidad y a menor coste.
A pesar de que no se trata de una filosofía o cultura en sí misma, sí es cierto que requiere de un gran cambio cultural dentro de la organización y estructuración empresarial. Precisa de una remodelación del concepto de la comunicación organizacional, la colaboración entre equipos, así como la integración de sistemas tradicionales o, en algunos casos, obsoletos.
Otro de los rasgos que convierten esta metodología en un bien preciado en las organizaciones que apuestan por la transformación digital es su capacidad para minimizar riesgos y acelerar procesos. En este sentido, una metodología DevOps ayuda a reducir el tiempo de las entregas, lo que incrementa el valor ofrecido a los clientes y favorece a la imagen empresarial.
No obstante, algunos expertos indican que, a la hora de tomar la decisión de integración de este tipo de metodología, deben tomarse algunos puntos en consideración antes de lanzarse a ello.
En primer lugar, sugieren que es importante tener en cuenta que DevOps no es una herramienta o un conjunto de recursos. Se trata de una metodología que requiere de un cambio previo de mentalidad desde un punto de vista holístico que deberá ser adquirido por toda la plantilla para su integración con éxito.
En segundo lugar, su completa implantación lleva tiempo y puede crear reacciones de rechazo o resistencia entre los empleados, hasta el punto que, según algunos expertos, puede incluso desembocar en actitud de boicoteo. El miedo al cambio o poca capacidad de resiliencia pueden causar estragos en la integración y el cambio a una nueva metodología por lo que los responsables en la implementación de DevOps deben ser conscientes de que, en el proceso pueden darse incluso salidas de personal de la compañía. Es importante planificar con antelación todas las etapas necesarias para una integración exitosa y provocar una buena acogida entre los empleados.
Por último, es importante no perder de vista el tema de la seguridad. La implantación de nuevos modelos tecnológicos requerirá sistemas de protección actuales y a la altura de la última tecnología, por lo que modelos tradicionales utilizados podrían no ser útiles. Es importante prepararse para posibles amenazas y ataques.
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Fuentes:
DevOps, impulsando la transformación digital de las compañías
Puntos sensibles a la hora de optar por un enfoque DevOps
Qué es DevOps (y sobre todo qué no es DevOps)
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