Lanzadas originalmente por la NASA en 1977, las misiones Voyager siguen asombrando al público por su longevidad y su capacidad para explorar el espacio interestelar.
Estas naves espaciales, Voyager 1 y Voyager 2, están equipadas con una tecnología increíblemente avanzada para garantizar la continuidad de sus misiones. Sin embargo, en los últimos tiempos los ingenieros se han enfrentado al reto de mantener las naves tecnológicamente actualizadas. Dado que las Voyager llevan patrullando el espacio más de cuarenta años, es razonable entender que en algún momento se encuentren con algún tipo de problema.
Las naves espaciales Voyager dependen de un sofisticado software para funcionar eficazmente. Recientemente, los ingenieros de la NASA han introducido un parche de software para solucionar un fallo que se produjo en la Voyager 1 en 2022. Este parche garantiza que el ordenador abordo, que orienta la nave espacial con respecto a la Tierra, funcione correctamente. El fallo consistía en que el sistema de articulación y control de la actitud (AACS) desviaba los comandos, lo que provocaba informes de estado ilegibles y confusos. El parche de software actúa como una póliza de seguro para evitar que este problema se repita, salvaguardando el futuro de las misiones. Estos parches se elaboran cuidadosamente y se prueban rigurosamente para minimizar cualquier efecto no deseado en la nave espacial.
¿Cómo se comunica la NASA con la sonda Voyager?
Comunicarse con las naves Voyager es una hazaña extraordinaria debido a la enorme distancia que las separa de la Tierra. Las Voyager 1 y 2 han recorrido más de 15.000 y 12.000 millones de kilómetros desde nuestro planeta, respectivamente. Las señales tardan más de 18 horas en llegar a las naves espaciales. Para mitigar los riesgos asociados a las actualizaciones de software, la NASA sigue un enfoque cauteloso. El equipo revisa y prueba meticulosamente el código. Como precaución añadida, Voyager 2 recibe primero el parche de software, sirviendo de banco de pruebas para su gemela, Voyager 1. Este método garantiza que los valiosos datos transmitidos por la Voyager 1 permanezcan seguros e inalterados durante el proceso de actualización.
Las misiones Voyager son un ejemplo del ingenio y la determinación humanos para explorar el universo. Mediante cuidadosas actualizaciones de software e innovadoras estrategias de comunicación, la NASA garantiza que estas naves espaciales sigan funcionando y enviando datos vitales. A medida que se adentran en el espacio interestelar, las Voyager sirven como faro de la innovación humana y como puerta de entrada para aprender cada vez más sobre nuestro lugar en el universo.
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Al igual que los ingenieros de la NASA que se enfrentan al desafío de mantener actualizadas las naves Voyager, los profesionales en software deben estar preparados para adaptarse a los cambios constantes y garantizar el buen funcionamiento de los sistemas. Con esta maestría, los estudiantes aprenderán a utilizar las últimas herramientas y técnicas de análisis y diseño de software, asegurando que sus soluciones sean eficientes, seguras y confiables.
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Fuentes: La NASA logra parchear la sonda Voyager 2, a casi 20.000 millones de kilómetros de distancia
Engineers Solve Data Glitch on NASA’s Voyager 1
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