Los dispositivos y aplicaciones de inteligencia artificial pueden reproducir las desigualdades y la discriminación que percibimos en la sociedad offline, pero de forma invisible y más compleja.
Según una declaración de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, publicada a finales de 2021, en todo el mundo, las personas que viven en zonas urbanas tienen el doble de probabilidades de utilizar Internet que las que viven en zonas rurales. En cuanto al género, el 62% de los hombres utilizan Internet en todo el mundo, 5 puntos porcentuales más que las mujeres (57%).
Si comparamos con las regiones del planeta, encontramos más disparidades. En África, sólo el 22% de la población utiliza Internet, mientras que en Europa esta cifra alcanza el 80%.
Estas desigualdades en el acceso a Internet pueden afectar a un aspecto relevante para el conocimiento que se produce y consume en el mundo: la inteligencia artificial. Según un estudio publicado recientemente por el Instituto de Derechos Humanos, podemos analizar algunos riesgos y beneficios de la inteligencia artificial para la igualdad y la no discriminación a partir de datos, fórmulas y algoritmos.
En este estudio, señalan cuatro perspectivas para analizar estas cuestiones: dónde se está creando la inteligencia artificial, a quién pertenecen las empresas que desarrollan esta tecnología, con qué finalidad y como se está construyendo este nuevo conocimiento.
La conclusión del estudio pone de manifiesto los retos que supone evitar la discriminación de las personas en la inteligencia artificial, ya que a menudo se perciben como invisibles para grandes sectores de la sociedad, con una forma compleja debido a las fórmulas matemáticas.
Una de las alternativas es ofrecer información de todos los tipos de datos utilizados en el machine learning que las empresas utilizan para crear los sistemas y aplicaciones, tal y como ocurre en los alimentos procesados a través de las etiquetas nutricionales.
También es importante incluir debates sobre los principios de igualdad y no discriminación entre los profesionales vinculados a los procesos de inteligencia artificial, así como una formación social más amplia sobre el tema.
El estudio pretende dar visibilidad a las formas de discriminación y desigualdad que se dan en el mundo online, así como las que ocurren fuera del universo digital.
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Fuente: Cuatro ángulos de análisis de la igualdad y la no discriminación en la inteligencia artificial
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