Las aplicaciones (Apps) pueden ser herramientas de aprendizaje dinámicas que permiten ampliar conocimientos sobre diferentes áreas. Para que el proceso sea completo es importante que los adultos acompañen a los pequeños, comprobando que los contenidos estén adaptados a sus capacidades y ayudándolos con las dificultades
Aprender y jugar al mismo tiempo nunca ha estado reñido, y menos usando las nuevas tecnologías. Desde hace tiempo los smartphones y las tabletas se han convertido en plataformas muy populares a través de las cuales lo niños refuerzan sus conocimientos y habilidades.
Pero… ¿cómo se deben usar estas herramientas? Como remarca un artículo de la Universidad de Salamanca sobre el uso de tabletas en las aulas, un adulto tiene que comprobar que los contenidos estén adaptados a la capacidad y a la edad madurativa del niño.
Además, es importante que los mayores acompañen a los más pequeños en el proceso de aprendizaje, les corrijan los errores y los ayuden con las dificultades.
Existen todo tipo de aplicaciones para que los niños aprendan, desde las que potencian la lengua hasta las que usan la anatomía humana o la geometría como base. Algunas son:
- El mundo de Artie. Siguiendo a Artie lo niños podrán aprender a dibujar usando formas básicas e irregulares mediante el sistema punto a punto. Está recomendada para niños de entre tres y seis años.
- El cuerpo humano. Diseñada para que los niños a partir de cuatro años descubran de qué estamos hechos y cómo funcionamos, contiene seis capas interactivas que enseñan la anatomía del cuerpo humano. También incluye una herramienta de grabación para que los pequeños y mayores puedan hacerse preguntas mutuamente.
- Busy Shapes. Con esta aplicación aprenderán los nombres de once formas y colores diferentes y mejorarán sus habilidades motoras finas. Conforme van avanzando, tendrán que ir más deprisa y aumentar su destreza. Está pensada para niños pequeños y preescolares.
Las aplicaciones educativas son un ejemplo de negocio en el que se fusionan diferentes ramas. Por un lado está la pedagogía, en la que se incluyen técnicas para que el niño aprenda. Después hay la vertiente lúdica, en la que hay que buscar que se divierta, y después está la tecnología, que es la base del método.
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Fuentes:
APPrender a leer y escribir: aplicaciones para el aprendizaje de la lectoescritura
Apps y juegos para niños para entretenerse (y de paso educarles) con el móvil este verano
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