La crisis de mortalidad materna: causas, desafíos y soluciones

A pesar de los avances en los sistemas de salud, las complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto continúan cobrando vidas, destacando la necesidad urgente de mejorar el acceso a cuidados médicos de calidad. Dos recientes estudios, uno publicado en The Lancet Global Health y otro por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ofrecen una visión integral sobre las principales causas de mortalidad materna y las estrategias necesarias para abordarlas.

Un problema persistente y global

Según el estudio de la OMS, «Muchas complicaciones relacionadas con el embarazo no se detectan ni se tratan»,  en 2020 se registraron aproximadamente 287,000 muertes maternas en el mundo, lo que equivale a una cada dos minutos. Las principales causas de estas muertes incluyen hemorragias graves (27%), trastornos hipertensivos como la preeclampsia (16%), infecciones, sepsis y complicaciones derivadas de abortos. Estas afecciones, muchas de las cuales son prevenibles o tratables, reflejan la falta de acceso a servicios de salud esenciales durante y después del embarazo.

El informe también destaca que casi una cuarta parte de las muertes maternas están relacionadas con condiciones subyacentes como infecciones crónicas VIH/sida, malaria, anemia y diabetes. Estas enfermedades suelen pasar desapercibidas hasta que derivan en complicaciones graves, aumentando el riesgo de muerte  tanto para la madre como para el bebé.

Hallazgos clave y desigualdades regionales

El análisis global realizado por The Lancet,  «Global and regional causes of maternal deaths 2009-20: a WHO systematic analysis», revela que las causas de mortalidad materna varían significativamente entre regiones. Por ejemplo, las hemorragias son la principal causa de muerte en África subsahariana y Asia occidental, mientras que los trastornos hipertensivos predominan en América Latina y el Caribe. Además, la mayoría de las muertes ocurren durante el período posparto, subrayando la importancia de fortalecer los cuidados en esta etapa crítica.

Otro hallazgo preocupante es la falta de datos sobre suicidios maternos y muertes tardías (aquellas que ocurren más de 42 días después del parto). Estas brechas en la información dificultan una comprensión completa del problema y limitan las intervenciones efectivas.

Una mujer embarazada recibiendo atención médica.
Cada dos minutos, una mujer pierde la vida por complicaciones del embarazo o parto, muchas de ellas prevenibles con acceso a atención médica adecuada.

Soluciones urgentes y equidad en salud

Ambos estudios coinciden en que la mortalidad materna es, en gran medida, un problema de equidad. Las mujeres en países de ingresos bajos y medianos enfrentan barreras significativas para acceder a atención médica de calidad, lo que exacerba las disparidades en los resultados de salud. Según la Dra. Pascale Allotey, de la OMS, «todas las mujeres, independientemente de su lugar de residencia, deben recibir atención basada en evidencia antes, durante y después del parto».

Para reducir la mortalidad materna, es fundamental mejorar el acceso a servicios de salud esenciales, garantizando atención prenatal, intraparto y posparto de alta calidad, además de fortalecer la capacitación del personal sanitario en el manejo de emergencias obstétricas como hemorragias y preeclampsia. Asimismo, resulta clave abordar condiciones subyacentes mediante la detección y tratamiento oportuno de enfermedades crónicas e infecciosas, al tiempo que se recopilan datos más precisos, incluyendo información sobre suicidios maternos y muertes tardías, para diseñar intervenciones integrales y efectivas.

Conclusión

La lucha contra la mortalidad materna requiere un compromiso global para garantizar que todas las mujeres tengan acceso a cuidados médicos de calidad, independientemente de su ubicación o situación económica. Los hallazgos recientes subrayan la necesidad de priorizar la salud materna como un componente esencial de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con el objetivo de reducir la mortalidad materna global a menos de 70 por cada 100,000 nacidos vivos para 2030. Solo a través de esfuerzos coordinados y sostenidos será posible salvar vidas y garantizar un futuro más equitativo para las mujeres en todo el mundo.

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Fuentes: Global and regional causes of maternal deaths 2009-20: a WHO systematic analysis

Muchas complicaciones relacionadas con el embarazo no se detectan ni se tratan