El cáncer de mama representa una preocupación significativa a nivel mundial, siendo uno de los tipos de cáncer más diagnosticados en mujeres. A pesar de los avances en el tratamiento y detección temprana, las preguntas sobre cómo los factores dietéticos después del diagnóstico pueden influir en la supervivencia y la recurrencia de la enfermedad siguen sin respuesta. Un estudio reciente del Global Cancer Update Programme (CUP Global) realiza una revisión sistemática y meta análisis sobre este tema, arrojando luz sobre la relación entre la dieta y la supervivencia de las personas que han sido diagnosticadas con cáncer de mama.
El cáncer de mama y su incidencia
El cáncer de mama es el cáncer más común en las mujeres en todo el mundo, después del cáncer de piel, y la principal causa de muerte por cáncer. En 2024 se han diagnosticado 310,720 nuevos casos de cáncer de mama en mujeres y se estima que aproximadamente han muerto 42, 250 mujeres a causa de esta enfermedad. Aunque en los países económicamente desarrollados la tasa de supervivencia a 5 años es del 91,2%, gracias a tratamientos personalizados, cirugía mejorada y detección temprana, las sobrevivientes de cáncer de mama aún enfrentan riesgos de recurrencia de la enfermedad, desarrollo de otros tipos de cáncer y comorbilidades como enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Los factores dietéticos y el cáncer de mama
A pesar de que se conocen muchos factores modificables del estilo de vida que pueden influir en la incidencia del cáncer de mama, se sabe poco sobre cómo estos factores pueden afectar la supervivencia y la recurrencia de la enfermedad. Algunas investigaciones sugieren que el sobrepeso, la obesidad y la inactividad física están asociados con una menor supervivencia después del diagnóstico de cáncer de mama. Sin embargo, hay pocos datos sobre el papel de la dieta en la supervivencia de las personas que padecen esta enfermedad.
Un informe anterior del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer/Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (WCRF/AICR) sugirió que mantener un peso saludable, ser físicamente activo y seguir una dieta rica en fibra y soja podrían mejorar la supervivencia general.
Metodología del estudio
Con el fin de actualizar los resultados encontrados en el informe anterior del WCRF, un estudio realizó una revisión sistemática y un meta análisis de la literatura existente sobre la dieta posterior al diagnóstico de cáncer de mama y la supervivencia y recurrencia de la misma en las personas que la padecen. El estudio incluyó 108 publicaciones, abarcando ensayos controlados aleatorios y estudios observacionales longitudinales. Se analizaron diversos factores dietéticos posteriores al diagnóstico, como patrones dietéticos, consumo de alimentos específicos, nutrientes y uso de suplementos. Los resultados se extrajeron y sintetizaron para evaluar su relación con la mortalidad general y específica del cáncer de mama.
Hallazgos clave
La soja y la vitamina D
El estudio se titula «Postdiagnosis dietary factors, supplement use and breast cancer prognosis: global Cancer Update Programme (CUB Global) Systematic literature review and meta-analysis» y señala que las isoflavonas de soja pueden tener una asociación protectora con la supervivencia del cáncer de mama a través de la modulación del receptor de estrógeno β, que tiene efectos anticancerígenos y antiproliferativos. Además, las isoflavonas ejercen una función antioxidante y antiinflamatoria.
La evidencia experimental sugiere un papel anticancerígeno plausible de la vitamina D mediado por su interacción con el receptor de vitamina D. El calcitriol, un metabolito de la vitamina D3, está involucrado en las vías de señalización del receptor de estrógeno que también podrían tener un papel en la reducción del riesgo de mortalidad por cáncer de mama.
La fibra y los suplementos dietéticos
Por otro lado, la ingesta de fibra dietética posterior al diagnóstico, reduce el riesgo de mortalidad por todas las causas en un 13% por cada aumento de 10 g/día en la ingesta de fibra. Sin embargo, no hubo asociación con la mortalidad específica por cáncer de mama. Por tanto, se necesitan más estudios que consideren el tipo de fibra dietética y el estado del receptor del estrógeno del tumor para dilucidar la posible asociación entre la ingesta de la fibra posterior al diagnóstico y la supervivencia del cáncer de mama.
La evidencia actual sobre el uso de suplementos dietéticos después del diagnóstico de cáncer de mama es escasa y no muestra beneficios generales en los resultados del cáncer de mama. Sin embargo, las sobrevivientes de cáncer tienden a usar suplementos dietéticos para ayudar con los efectos secundarios del tratamiento. Aunque se necesitan investigaciones más detalladas, existen preocupaciones sobre el uso de suplementos dietéticos en pacientes que se someten a ciertos tipos de tratamiento de cáncer, ya que podrían comprometer la efectividad de la terapia. Debido a las limitaciones de los pocos estudios identificados y las asociaciones inconsistentes, la evidencia sobre los suplementos dietéticos se consideró limitada y no se pudo llegar a una conclusión definitiva.
El alcohol
Aunque el consumo de alcohol es un factor de riesgo para la incidencia del cáncer de mama en mujeres pre y posmenopáusicas, los análisis actuales no han encontrado una asociación entre el consumo de alcohol después del diagnóstico y la mortalidad por todas las causas. Sin embargo, se observó una estimación inversa en la mortalidad específica por cáncer de mama. Además, se sugiere que el consumo de alcohol puede afectar el riesgo de cáncer de mama de manera diferente según el genotipo de la paciente. Por lo tanto, se necesita más investigación para determinar si esto afecta el pronóstico del cáncer de mama.
Conclusiones y recomendaciones
A pesar de los hallazgos, el estudio concluye que se requiere evidencia más sólida, proveniente de ensayos de intervención y estudios observacionales bien conducidos, antes de poder formular guías nutricionales específicas para mejorar el pronóstico del cáncer de mama. Esto subraya la importancia de continuar investigando en esta área para proporcionar a las sobrevivientes de cáncer de mama las herramientas necesarias para mejorar su calidad de vida a través de la nutrición. Actualmente, se aconseja a las sobrevivientes seguir las guías generales de prevención del cáncer una vez completado el tratamiento, lo que incluye mantener un peso saludable, ser físicamente activas y seguir una dieta rica en fibra y baja en grasas saturadas.
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