Investigadores indicaron que es recomendable ingerir ácido fólico cuando se busca tener un hijo, para garantizar el buen desarrollo cognitivo del bebé
Un estudio presentado por la Universidad Rovira i Virgili (URV) demuestra que es necesario para las mujeres tomar ácido fólico antes del embarazo para prevenir malformaciones en el sistema nervioso del futuro bebé. El incremento de niveles de folatos permite regular la homocisteína, un aminoácido que en concentraciones altas durante el embarazo puede afectar el desarrollo de la capacidad cognitiva del bebé y su conducta.
Los investigadores observaron que los niños sanos, nacidos de madres con un nivel de homocisteína moderadamente elevado antes del embarazo, tuvieron rendimientos menores en las pruebas de neurodesarrollo realizadas a los cuatro meses y en pruebas cognitivas a los seis años.
A partir de los estudios realizados, se desprenden nuevas recomendaciones para las mujeres que desean tener hijos. Los investigadores recomiendan ingerir ácido fólico durante los últimos meses antes de quedar embarazada y se debe continuar la suplementación hasta finales del primer trimestre del embarazo.
Los resultados de este estudio ahora plantean el debate de si debe continuarse la suplementación hasta el final del embarazo. Se necesita investigar además si se logran otros beneficios asociados a la ingesta de ácido fólico más allá de favorecer el cierre del tubo neural y otros beneficios que se han asociado al consumo de folatos.
El estudio
La investigación se realizó haciendo seguimiento a la evolución de la salud de madres e hijos de pacientes 151 pacientes cuya historia tuvo seguimiento desde antes del embarazo. Se recopilaron datos clínicos e información sobre los hábitos y el estilo de vida de las mujeres y se realizaron evaluaciones del desarrollo cognitivo de los niños hasta los seis años.
En cada entrevista se realizaron pruebas para medir los niveles de homocisteína, y se midió el nivel de ansiedad de la madre antes y después del embarazo; mientras que a los niños se les aplicaron pruebas psicológicas a los cuatro meses, utilizando las escalas de Bayley para medir el desarrollo infantil y cuando cumplieron los seis años de edad se les aplicó la escala de inteligencia de Wechsler.
En el estudio han participado los investigadores Michelle Murphy, Juan D. Fernández-Ballart, Anne M Molloy y Josepa Canals.
Fuente: SINC
Foto CC: Nathanmac87