La enfermedad por hígado graso se podría revertir modificando la química cerebral
Pruebas realizadas en el laboratorio con ratones abren una puerta de esperanza para curar la esteatohepatitis, una enfermedad progresiva que se origina por la acumulación de grasa en el hígado y que comúnmente se conoce como hígado graso. El equipo de investigadores indicó que se ha logrado inhibir del desarrollo de la esteatohepatitis al bloquear uno de los tres receptores que regulan en el cerebro las acciones de los opioides, logrando identificar nuevos mecanismos por los que el cerebro puede regular el metabolismo en el hígado mediante el nervio vago.
Los investigadores indicaron que se realizó un bloqueo por vía genética y farmacológica del receptor kappa, logrando una mejora tanto en los niveles de inflamación, como en la acumulación de lípidos en el hígado.
El profesor Rubén Nogueiras, integrante del grupo de Metabolismo Molecular de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), explicó que la esteatohepatitis está vinculada a enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2 o el alcoholismo.
Nogueiras indica quel el sistema opioide es conocido por regular el sistema de recompensa del cerebro, teniendo influencia sobre el comportamiento. El equipo de trabajo liderado por el investigador, formuló una hipótesis de trabajo indicando que el hipotálamo, un área del cerebro que ayuda a regular el peso y la ingesta de comida, podría ayudar también a controlar el metabolismo de energía en los tejidos periféricos.
El hallazgo de los investigadores de la USC coincide con la reciente aprobación de de un fármaco en Estados Unidos, el cual actúa bloqueando los tres receptores del sistema opioide para lograr reducir el peso en pacientes obesos.
Fuente: Ciberobn
Foto CC: Fillmore Photography