Recomendación para que los niños coman menos dulces

Una investigación revela que los niños que ingieren más dulces tienen mayor riesgo de padecer obesidad

Un estudio publicado en la revista Pediatrics indica que los niños de poco menos de tres años, que prefieren los refrigerios dulces en lugar de los salados, tienen un riesgo más alto de incrementar su grasa corporal. El problema principal radica en que «Las probabilidades de que los niños coman sin tener hambre han aumentado con la exposición a porciones grandes de alimentos sabrosos, baratos, empacados y ricos en energía en la sociedad ‘obesogénica’ de hoy día», destacó Pamela Reichert-Anderson, del Centro Médico Cohen en New Hyde Park, Nueva York.

El estudio se realizó con la participación de 209 madres de bajos ingresos. Cada una de ellas evitó que sus hijos coman durante una hora, para luego brindarles un almuerzo abundante. Acto seguido los investigadores ofrecieron a los niños, que ya no tenían sensación de hambre, una bandeja con refrigerios dulces y salados, identificando una relación entre la preferencia por los alimentos dulces y el incremento de grasa corporal.

La Dra Julie Lumeng, autora principal del estudio, indicó que la tendencia a comer sin hambre aumenta con la edad y puede influir en el aumento de peso de las personas.

Lumeng, profesora de pediatría en la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, indica que se deben explorar formas de enseñar a los niños a controlar el impulso de comer sin tener hambre, antes de cumplir los tres años de edad.

Prohibir la ingesta de dulces no es una estrategia efectiva. Reichert-Anderson indica que restringir los dulces podría no funcionar, porque simplemente hace que esos alimentos «resulten más interesantes en el futuro» para el niño.

La especialista manifestó que los padres deben enseñar a los niños a tener una atención plena (mindfulness) al comer dulces. Desde el punto de vista de Reichert-Anderson «Enseñar a los niños cómo comer esos alimentos, tomándose el tiempo de comerlos y disfrutar del sabor, además de consumirlos en moderación, desarrollará unos hábitos saludables de alimentación».

El Dr. Ron Marino, presidente asociado de pediatría del Hospital de la Universidad de Winthrop en Mineola, Nueva York, manifestó estar de acuerdo con la especialista e indicó que «los padres deben enseñar a prestar atención plena a las sensaciones, lo que incluye la saciedad [sentirse lleno]«.

Marino resaltó que también se debe observar el estado psicológico de los niños, porque cuando hay necesidades emocionales no satisfechas, las personas (niños y adultos) con frecuencia recurren a la comida para satisfacer esas necesidades».

Reichert-Anderson sugiere que los padres deben ser modelos en la familia, que animen a comer alimentos saludables, como frutas, verduras y granos integrales.

Los estudiantes del área de Nutrición de FUNIBER pueden recomendar a los padres los alimentos más saludables para los niños.

Fuente: Medline

Foto Creative Commons: beana_cheese