El aumento de la producción de combustibles fósiles no contribuye a la crisis climática. En lugar de financiar estas industrias, los gobiernos deben recortar sus finanzas para promover un medio ambiente más saludable.
Según un reciente informe de la ONU, los países siguen produciendo gas, petróleo y carbón a un ritmo sorprendente. De hecho, la previsión de producción de estos combustibles fósiles es el doble de lo que necesitamos para frenar el calentamiento global en 1,5 grados centígrados.
Debido al uso generalizado de estos contaminantes, la crisis climática ha llegado a todos los lugares poblados del planeta y está creando una emergencia ecológica. Hace tiempo que somos conscientes de este problema, pero no ha habido grandes movimientos para lograr un cambio positivo. La ONU pide la reducción inmediata de los combustibles fósiles y mayores restricciones a la producción de petróleo, gas y carbón.
Por el contrario, las grandes potencias mundiales planean aumentar su consumo de combustibles fósiles durante los próximos 10 a 20 años. Esto no se ajusta a sus promesas hechas en el Acuerdo de París en 2016. Si esta tendencia continúa, no podremos evitar el calentamiento global extremo. Además, los principales productores de combustibles fósiles también planean aumentar su producción para satisfacer las crecientes necesidades energéticas de la humanidad.
Si nuestros hábitos de producción y uso de la energía continúan, en 2030 tendremos un 240% más de carbón, un 57% más de petróleo y un 71% más de gas de lo que necesitamos para evitar el calentamiento global extremo y sus consecuencias.
Una forma de frenar la producción de combustibles fósiles sería dejar de financiar estas industrias. En el caso de los fondos de recuperación de la covacha, algunos países ya han invertido 300.000 dólares (250.000 euros) en esta industria. En cambio, las organizaciones que se ocupan de las energías renovables no reciben una financiación equivalente.
De cara al futuro, la financiación mundial total para los combustibles fósiles ha disminuido al menos durante los últimos años. Los bancos e instituciones financieras de los países del G20 tienen previsto excluir la producción de combustibles fósiles de sus futuros planes financieros. Se les anima a dejar de financiar a las empresas contaminantes, pero deben seguir con políticas concretas.
Todavía hay tiempo para limitar el aumento de la temperatura, pero los gobiernos deben tomar medidas junto con sus compromisos para frenar la producción de combustibles fósiles. También pueden empezar a destinar fondos a las industrias de energías renovables para promover un planeta más sano en el futuro.
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Fuente: El auge de los combustibles fósiles expone al planeta a un calentamiento global extremo
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