La extinción se ha producido a lo largo de toda la historia, pero al ritmo actual, este descenso extremo de la biodiversidad afectará a los ecosistemas y a la vida de los seres humanos.
Sabemos que la biodiversidad consiste en la variedad de especies, genes y ecosistemas de la Tierra. Es un tema de tendencia en este momento, pero debido a la pérdida de esa biodiversidad. El declive es tan grave ahora mismo, que podría superar la cantidad de extinciones que se produjeron durante la transición Cretácico-Terciario, cuando desaparecieron los dinosaurios.
A lo largo de años de evolución y adaptación, existe una rica variedad de biodiversidad, pero el impacto de los humanos y los desastres naturales amenazan esa diversidad. Muchas de las extinciones actuales se deben directamente a la caza, o indirectamente al cambio climático, la destrucción del hábitat y la introducción de especies exóticas en nuevas zonas. Como parte del ecosistema, los humanos también se ven afectados por estos cambios ambientales. Por ejemplo, esto puede repercutir en la seguridad alimentaria y del agua y, en última instancia, en nuestra salud.
Todos los seres vivos interactúan a través de los servicios de los ecosistemas, en los que las especies prestan servicios básicos para nuestra supervivencia y otras especies hacen lo mismo a cambio. Las relaciones pueden ser también tróficas, competitivas y sociales.
Dentro de este ecosistema, también hay una variedad de ciclos involucrados. Esto incluye la producción de biomasa, la descomposición y los ciclos de nutrientes. Por lo tanto, las especies de la biodiversidad, los factores ambientales, los ciclos y los seres humanos interactúan y se apoyan mutuamente en este sistema.
Además, el tipo de biodiversidad también afecta al sistema. El número, la identidad y las características de cada especie contribuyen de forma única al ecosistema. Pueden influir individualmente en la velocidad de los distintos procesos. Dado que cada pieza distinta del ecosistema contribuye y depende de todo el sistema, una pérdida de biodiversidad puede afectar en gran medida al conjunto.
Si observamos el ecosistema fluvial, por ejemplo, podemos ver cómo los procesos fundamentales se ven afectados por la pérdida de biodiversidad. En estas zonas, se ha producido recientemente una disminución de las especies vegetales porque las especies autóctonas están siendo sustituidas con fines comerciales. Esto, a su vez, repercute en la eficiencia del ecosistema.
Sin embargo, es difícil predecir cuán perjudicial será esa pérdida, debido a la complejidad del ecosistema. El impacto en los ecosistemas no puede determinarse directamente. Aun así, ya podemos ver los impactos negativos sobre la calidad del agua y la producción de recursos alimentarios.
En relación con la complejidad del sistema, también es importante tener en cuenta que las diferentes partes del planeta se ven afectadas de forma única por la pérdida de biodiversidad. Los ecosistemas funcionan de forma diferente según las zonas climáticas y, por tanto, las consecuencias en las zonas también son distintas. Por ejemplo, como cabría esperar, la pérdida de biodiversidad vegetal en las zonas tropicales tiene más impacto que en las zonas templadas.
Basándonos en nuestro conocimiento de estos ecosistemas y en las consecuencias generalizadas de la pérdida de biodiversidad, es crucial considerar nuestro impacto. Podemos concentrarnos en las zonas más afectadas y trabajar juntos para preservar esa diversidad en nuestro entorno.
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Fuentes: Las consecuencias de la crisis de biodiversidad para los ecosistemas y los humanos
Why Biodiversity Loss Hurts Humans as Much as Climate Change Does
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