Lograr un mejor manejo del agua en el riego podría ayudar a reducir a la mitad la brecha alimentaria en el mundo hacia el 2050
Investigadores han realizado estudios que les han permitido determinar que es posible producir más alimentos con la misma cantidad de agua, si se optimizan métodos como la recolección de agua de lluvia y el riego tecnificado. La inversión en una mejor gestión del uso del agua en los cultivos, podría ayudar a reducir el hambre en el planeta. Pero la aplicación de un proceso para optimizar el riego atendiendo a las particularidades locales de cada región representa un reto que se debe resolver.
Potencial en algunos países
Los investigadores realizaron simulaciones utilizando datos detallados de las dinámicas de la vegetación y el efecto del uso de agua en las riveras de los ríos para identificar los puntos regionales que requieren mayor atención. Se identificó que existe un mayor potencial en la gestión hídrica en cultivos que se encuentran en regiones que podrían padecer de escasez de agua, como en China, el oeste de Estados Unidos, Australia, Sudáfrica y México.
Dieter Gerten, coautor del estudio, manifiesta que es complicado calcular el potencial en ciertas zonas, porque los granjeros podrían recuperar agua que podría considerarse de desecho, pero al reutilizar el agua se reduce la cantidad de agua disponible para otros granjeros localizados en el mismo río, y por tanto baja también su producción. El investigador indica que a nivel general se puede encontrar que la producción se incrementa, pero se debe atender a los retos de distribución de agua a nivel individual. El especialista indica que es necesario que los gobiernos locales se involucren regulando el entorno comercial, generando normas para regular la actividad agrícola y brindar micro créditos para permitir que la gestión del agua se ponga en práctica a gran escala.
Técnicas para mitigar el impacto
Los científicos tomaron en cuenta diversas técnicas de gestión del agua, incluyendo desde técnica de baja tecnología hasta soluciones de escala industrial. Se identificó que almacenar agua de lluvia en cisternas para aprovecharla en temporada de sequía es una práctica habitual en algunas regiones como el Sahel en África, pero es poco utilizada en regiones semiáridas de Asia y Norteamérica. El acolchado de suelos es otra alternativa, que consiste en cubrir el suelo con grandes extensiones de plástico o simplemente colocando residuos de cultivos sobre el campo, reduciendo la evaporación. Otra solución para el manejo del agua es la instalación de sistemas de riego por goteo.
Los investigadores destacan que es necesario dar prioridad al manejo del agua, porque en el futuro permitirá reducir los riesgos asociados a la producción de alimentos. Los expertos manifiestan que el calentamiento global incrementaría las sequías y cambiaría los patrones de lluvias, de modo que la disponibilidad de agua sería más crítica que antes.
El estudio publicado indica que en la mayoría de escenarios la gestión del agua puede ayudar a contrarestar una gran parte del impacto que podría tener el calentamiento global en ciertas regiones. Pero los científicos destacan que si no se trabaja para lograr una reducción de emisiones de CO2, la gestión del agua no será suficiente para paliar los efectos del clima.
Johan Rockström, director del Centro de Resilencia de Estocolmo y coautor del estudio indica que la gestión del agua «ha sido un problema en muchos estudios locales y regionales y sus efectos a nivel de las granjas han sido bien demostrados, pero no se ha analizado a nivel global. Las metas adoptadas para un desarrollo sostenible se deben basar en más evidencia sobre cómo lograr los cambios a gran escala, y la gestión de las necesidades de agua es central en este punto. Nos estamos acercando a los límites del planeta, nuestro estudio debería llamar la atención de las personas que toman las decisiones en todos los niveles para que conozcan el potencial de la gestión de agua integrada en los cultivos».
El estudio indica que en un escenario de logros modestos, con un sistema integrado de gestión de agua podríamos lograr un incremento en la producción de kcal del 18%, mientras que en un escenario más ambicioso, pero alcanzable, podríamos alcanzar un potencial de 41%, permitiendo reducir la brecha global en la producción de alimentos hasta el 2050.
Los estudiantes del área de Medio Ambiente de FUNIBER aprenden las mejores estrategias para lograr paliar los efectos del cambio climático en distintas regiones del planeta. La gestión del agua y la reducción de emisiones de CO2 son dos puntos importantes en las investigaciones que realizan los estudiantes.
Se puede acceder al estudio (en inglés) en el siguiente enlace: http://fnbr.es/2ez
Foto Creative Commons: adam_moralee