Plástico: La nueva amenaza global

Fundación Ellen MacArthur informó que hacia el año 2050 habría más plástico que peces en el océano.

Diariamente contaminamos con muchos de nuestros actos. Al tomar un refresco o un café y dejar el envase de plástico en un tacho de basura, estamos contribuyendo a la construcción de una enorme montaña de desechos que tardará cientos de años en desaparecer. La Fundación Ellen MacArthur ha presentado el estudio «La nueva economía del plástico. Replanteando el futuro de los plásticos», un documento en el que se muestra el impacto del desecho de empaques en el medio ambiente, y se propone avanzar hacia una economía circular en la que se aprovechen los materiales de nuevas formas y se reduzca la contaminación.

Solo cambiando nuestros patrones de consumo y el uso que damos a diversos materiales, podremos ayudar a contaminar menos el planeta. De acuerdo al documento, la producción de plástico se ha incrementado en 20 veces desde 1964, aumentando de 15 millones de toneladas en 1964 a casi 311 millones de toneladas en el 2014. La tendencia indica que la producción de plástico continuará creciendo, y se requiere una estrategia efectiva para reducir el volumen de bolsas, empaques y envolturas de ese material que se desechan anualmente.

El océano es uno de los lugares que es afectado por la generación de desechos plásticos. El estudio resalta que «cada año llegan al océano más de 8 millones de toneladas de plástico, lo que equivale a tirar un camión de basura al océano cada minuto, pero si no se toman acciones, se espera que esta tendencia se incremente hasta 2 por minuto para el 2030 y cuatro por minuto para el 2050″. Las proyecciones presentadas en el documento indican que, bajo el escenario de consumo actual, el océano contendría 1 tonelada de plástico por cada 3 toneladas de peces para el 2025, y para el 2050 podría encontrarse más plástico que peces (considerando la comparación por peso).

El documento presenta en forma detallada una serie de propuestas para reducir el consumo de plásticos.

Como primer paso se propone crear una economía efectiva para el uso posterior de los plásticos, creando mecanismos que aumenten el valor del reciclaje, promocionar el uso de empaques reutilizables y alentar la adopción de empaques compostables para ciertas aplicaciones.

Se debe desarrollar estrategias para reducir la filtración de plásticos en áreas naturales; esto podría lograrse, mejorando los sistemas de recolección, almacenamiento y procesamiento de plásticos. Se puede incentivar la creación de nuevos materiales que reduzcan el impacto en el medio ambiente.

Para lograr un cambio positivo se requieren estrategias probadas, por esta razón los autores del estudio indican que se debería establecer un protocolo global para el tratamiento de plásticos y coordinar pilotos de gran escala y demostraciones.

Se debe además involucrar a los académicos, científicos y políticos, para construir una base de evidencias y propuestas que puedan ser aplicadas en la práctica. Se debe además comunicar los logros para que el público y los inversionistas de los proyectos reconozcan el valor de las estrategias que permiten reducir la contaminación por plásticos. Los estudiantes del área de Medio Ambiente de FUNIBER analizan las mejores estrategias para ayudar a establecer estrategias que permitan reducir la contaminación en cada región.

Fuente:  Fundación Ellen MacArthur

Foto: Creative Commons JhonMCGA