Objetos fabricados con ese material requerirían condiciones especiales para desintegrarse.
Un reporte emitido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP por sus siglas en inglés), indica que algunos productos etiquetados como biodegradables, en realidad requieren de una larga exposición a condiciones que solo se encuentran en ambientes industriales de reciclaje y no en la naturaleza. Por ejemplo, una bolsa del supermercado etiquetada como biodegradable requeriría exponerse a una temperatura de 50°C para descomponerse por completo en agua, dióxido de carbono y metano en un tiempo razonable.
El océano es uno de los entornos más afectados por la contaminación generada por el plástico. En el mar se presentan condiciones específicas que ralentizan el proceso de fragmentación y descomposición. Cuando los desechos plásticos se cubren por sedimentos, se sumergen en agua o se cubren de material orgánico e inorgánico, se reduce su tasa de fragmentación rápidamente. Los materiales de plástico, sean estos biodegradables o no, permanecerán en el océano por mucho tiempo.
Los plásticos biodegradables requieren ciertas condiciones específicas para su desintegración y dichas condiciones no se garantizan en la naturaleza. Las condiciones en las que los polímeros «biodegradables» en realidad podrían descomponerse varían, por esa razón se necesitan indicaciones precisas sobre lo que significan términos «degradable» o «biodegradable» y describir el impacto que estos materiales podrían tener en la naturaleza.
El estudio también analiza el impacto de los plásticos oxodegradables, enriquecidos con un elemento oxidante que acelera su fragmentación. Este tipo de plásticos representan una amenaza para el entorno marino, porque incluso después de la fragmentación pueden permanecer en el océano por cinco años, pudiendo ser tragados por diversos organismos.
Los plásticos biodegradables plantean también un reto para el proceso de reciclaje de materiales. De acuerdo a Peter Kershaw, uno de los autores del estudio de la UNEP, combinar los plásticos biodegradables con objetos de plástico convencional en un proceso de reciclaje puede comprometer las propiedades del plástico original.
El documento de la UNEP concluye que al evaluar la evidencia actual se ha determinado que «los plásticos biodegradables no tendrían un rol significativo en la reducción de la contaminación marina«.
Parte del plástico utilizado en las ciudades es transportado al mar por ríos contaminados, en el océano se acumulan esos desechos hasta ocupar espacios enormes que podrían simular un continente. Tras el proceso de fragmentación de los plásticos, pequeñas partículas de esos materiales flotan en el océano y muchos animales marinos mueren al ingerirlos y acumular grandes cantidades en sus estómagos.
Los estudiantes del área de medio ambiente de FUNIBER siguen con especial interés las noticias sobre contaminación y el desarrollo de nuevos materiales que nos permitan generar menos desechos que afecten al planeta.
Fuente: http://fnbr.es/1vb
Foto Creative Commons: USFWS Headquarters